REGRESA A LAS VÍAS
Este domingo el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro cumplió 47 años de brindar servicio, y como parte de los festejos pusieron nuevamente en funcionamiento el tren número 01, que fue el primero que rodó en la Línea 1, que corre de Pantitlán a Observatorio.
El director del Metro, Jorge Gaviño, contó la historia de este tren y detalló cómo por muchos años se mantuvo desarticulado y con sus vagones circulando en el resto de las líneas de la red de transporte.
¿El tren se bautizará con un nombre especial?
— No. Es un tren clásico y con el que se inauguró el Metro. No podemos ponerle nombre, creemos que la mejor forma de festejar es ponerlo en funcionamiento una vez más. Trabajamos a mil por hora para lograrlo.
¿Qué modelo es y qué mejoras se le hicieron?
— Es un modelo NP68, marcado como el tren 01. Su modernización implicó cambiar el sistema de puertas, se actualizaron los sistemas de pilotaje para tenerlo a punto, se modernizó el sistema eléctrico y se planea que en un futuro se cambie el sistema de tracción-frenado para que cuando se detenga genere energía.
¿En qué estado se encontraba el tren?
— El tren ya está en buenas condiciones, lo hemos venido arreglando hace ya bastante tiempo y, de hecho, algunas partes estaban operando en la Línea B. Estaba desarticulado, es decir, se ocupaban algunos vagones y algunos no; entonces lo que nosotros hicimos, por razones históricas, fue reconstruir todo el tren y modernizarlo.
En general, ¿es redituable invertir en la modernización de los trenes?
— En algunos casos lo es, en otros no. La máxima económica en este tipo de trenes es que si te cuesta más allá del 40% de lo que vale un tren nuevo no vale la pena ya. Podríamos cambiar algunas cosas sin superar el 40%, pero al rato te van a seguir fallando otras cosas y entonces después será incosteable y conviene mejor comprar uno nuevo.
Bajo está lógica, ¿cuántos trenes se van a jubilar?
— Van a ser aproximadamente 10 trenes y será de manera paulatina. Para dar de baja un tren hay que hacer una minuta y un dictamen técnico, ver cuál es el estado del tren, hacer la cuantificación, llevarlo al comité de administración y luego darlo de baja.
Los dos trenes accidentados, ¿dónde están?
— Los vamos a dar de baja también porque no es costeable repararlos; son dos los trenes que se vieron involucrados en percances fuertes que se han registrado en el Metro; el primero que fue hace 40 años en Calzada de Tlalpan y otro que fue hace un año y medio de un alcance en Oceanía, las cabinas de esos trenes y el primer y último vagón que fueron alcanzados en el impacto serán dados de baja, todo lo demás está en buenas condiciones. También se va a dar de baja el tren que se “ahogó” allá por la estación Santa Martha hace dos años y eso provocó perdida total, porque todas las piezas electrónicas se mojaron. Se desmantelan y se da de baja el resto.
¿Se dan de baja trenes por su antigüedad?
— Las bajas no implican tanto el año o el modelo del tren, sino el estado y cómo se encuentren.
¿Cuáles son los retos del cumpleaños?
— Llegamos a este 47 aniversario con mucho entusiasmo pero también con muchas carencias. Necesitamos recursos suficientes, primero para arreglar todos los trenes que tenemos disponibles, para arreglar toda la infraestructura, túneles, vías y todas las estaciones que tenemos y también los problemas de filtraciones que se presentan cuando se inunda la calle y todo ello con mayor recursos económicos. Y para este aniversario nos aguijonea para hacer más y mejor las cosas, y eso es lo que estamos haciendo.
Para atender estos trabajos, ¿cuántos recursos están considerando?
— Nosotros necesitamos un presupuesto anual de 20 mil millones de pesos para estar en equilibrio con el desgaste que va produciendo el sistema y con el subsidio que tenemos que dar, más los gastos de operación que tenemos; todo eso hace un total aproximado de 20 mil millones de pesos y el recurso que nos llega es de 17 mil millones y entonces tenemos un déficit importante que tenemos que ir paliando con acciones concretas.
¿Cuánto recauda el Fideicomiso?
— Aproximadamente dos mil 500 millones anuales, estos recursos se han venido invirtiendo en el arreglo de 45 trenes de la línea 2, también en 85 trenes de las líneas 4, 5, 6, 7, 8, 9, A y B.
Es muy importante señalar que no es un arreglo inmediato, ni que se pueda hacer de un año para otro, sino que tiene que ser un programa multianual porque fueron muchos años de abandono y ahora tenemos que ir reparando los trenes paulatinamente.
¿Qué otros compromisos se han adquirido?
— El compromiso es comprar 10 trenes, vamos a comprar dos más, un total de 12 que van a empezar a llegar a partir del mes 20, es decir, en el mes 20 llegará el primer tren y después cada mes hasta llegar a 12. Esto va a empezar a reforzar todo el sistema de transporte de la ciudad, porque un tren nuevo implica un muchísimo mejor servicio del que estamos prestando.