Ante la presión, el Circo de los Horrores le dice adiós a México
Los productores españoles manifestaron que abandonan el país, por los problemas suscitados con el sacerdote Juan José Martínez
Su regreso parecía algo normal, ante el éxito obtenido el año pasado en la Ciudad de México y Guadalajara. Con 10 años de trayectoria y presentaciones por el mundo, El Circo de los Horrores nunca pensó en tener que decirle adiós a México de una manera tan imprevista.
Los obstáculos para sus presentaciones comenzaron en Monterrey y luego Querétaro; Manuel y Rafael González productores del circo aún no entienden lo que pasó, para dejar al país sin sus espectáculos.
“Hace un año nos sentíamos como los Rolling Stones por la respuesta que tuvimos de los medios de comunicación con la llegada de El Circo de los Horrores a México, y seguimos sintiéndonos respaldados por ustedes, lamentablemente hoy es un día triste al que ocurrió hace un año, no estamos en hora buena, no arrancamos una gira en México sino la estamos cerrando”, comentó Manuel González desde Madrid.
“Hemos tenido tiempo de ver a distancia, de intentar ver lo que ha pasado en México, qué hemos hecho mal, qué ha pasado para estar en esta situación, pero todos nos hace indicar que un padre llamado Juanjo, que al parecer es más público que nosotros, parece ser que inició una campaña de desprestigio, de falsedades, de mentiras vertidas sobre El Circo de los Horrores; también parece ser que esa campaña ha calado hondo en la administración, las autoridades, y diría que también en cierta parte de la sociedad mexicana –por supuesto– de una minoría. Parece ser que esos movimientos que inició el padre, que no creemos que representa a la Iglesia Católica,
pero sí a título personal, caló hondo, no sólo en Monterrey”.
Despedida en Guadalajara
“Somos un poco revoltosos porque está en nuestro ADN. No nos vamos a ir sin dar un poco de guerra. Queremos irnos con el mejor sabor de boca y hemos abierto más de 30 mil tickets a la venta con un 50% de descuento y un 2x1 para que todo el mundo pueda ver el espectáculo”, concluyó Manuel.
“El padre Juanjo no sólo deja a la gente sin la oportunidad de ver el circo, sino que es el responsable directo que se vayan a la calle 120 personas que trabajaban en la compañía”.