¿LA PRESUNTA EJECUCIÓN EXTRAOFICIAL GRABADA EN VIDEO PONE EN RIESGO LA IMAGEN DEL EJÉRCITO ANTE LA POBLACIÓN?
Diversos estudios hechos en los últimos años demuestran que el ejército mexicano es una de las instituciones que genera mayor confianza a los ciudadanos; según datos de Parametría de enero de 2017, 58% de los mexicanos sienten mucha confianza hacia el ejército; sin embargo, la percepción positiva va más allá pues sobre la permanencia de los uniformados en las calles, 60% de los mexicanos lo prefiere y 65% de siente más seguro. Si bien el papel del ejército en el país aún es materia pendiente que debe regularse mediante la Ley de Seguridad Interior, de la que hemos hablado en este mismo espacio, debemos recordar que antes de que la administración anterior entrara de lleno al combate al narcotráfico, el rol del ejército se limitaba al apoyo de la población en medio de desastres naturales con el Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastres, conocido como DNIII, aplicado por primera vez en 1996, que movilizó a los elementos castrenses para auxiliar a la población civil. Lo anterior explica que el 60% de los mexicanos consideran que el ejército si está preparado para convivir con la población, según Parametría, pues no es tarea nueva. Lo sucedido en la comunidad de Palmarito, Puebla, es un hecho que debe investigarse y deben ser sancionados los responsables, pues estoy convencida de que los derechos humanos no deben supeditarse a ninguna premisa por la seguridad colectiva; sin embargo, también es necesario indagar el contexto en el que se dio la agresión contra los militares, pues los videos publicados del enfrentamiento muestran a los llamados “huachicoleros” agredir a los uniformados.
El robo de combustible en México es un problema que ha encendido las alertas a nivel nacional, pues le cuesta al país entre 15 y 20 mil millones de pesos al año, según datos oficiales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; debido al gran volumen de utilidad que representa la venta ilegal de combustible, los grupos de la delincuencia organizada han mostrado que son capaces de enfrentarse al ejército con tal de defender ciertas posiciones. No podemos omitir que la “ordeña” de ductos de combustible está relacionada estrechamente con el narcotráfico, recordemos que la experiencia de Colombia indica que la participación de las FARC en el robo de combustible; la solución para nuestros hermanos sudamericanos fue una estrategia integral conjunta con elementos tanto legales como técnicos, para incrementar las medidas de seguridad y vigilancia de los oleoductos.
Si el ejército está en las calles es porque los gobiernos estatales y municipales han sido incapaces de garantizar la seguridad de las familias, su tarea debe ser complementaria y temporal; los mexicanos tenemos la responsabilidad de alzar la voz y exigir que cuanto antes se fortalezcan o renueven los cuerpos policiales, que se establezcan mecanismos de control de confianza pero también debemos exigir que a los policías se les dignifique, se les capacite, se les equipe y se les remunere adecuadamente. No podemos permanecer indiferentes ante quienes están dispuestos a dar su vida por nuestra seguridad.