México pierde 4% del PIB por no invertir en inglés y matemáticas
Es necesario que México deje de ser la economía de las manufacturas, para convertirse en la economía del conocimiento
Si se destinaran los recursos necesarios para desarrollar estas materias entre la población, el país crecería su Producto Interno Bruto (PIB) hasta en cuatro puntos porcentuales, de acuerdo con especialistas en educación tecnológica, quienes alertan que sólo el 2% del capital que se destina a educación llega a través del sector empresarial.
México deja de crecer y se atrasa por no invertir en educación y en sistemas innovadores que permitan a niños, jóvenes y adultos adquirir las habilidades necesarias para el desarrollo del país y los empleos del futuro.
Fernando Valenzuela, director de Latinoamérica del itslearning inc, explicó que este tema es tan importante que, con tan sólo dedicar recursos específicos para mejorar el nivel de la población en matemáticas e inglés, el país crecería 4% del PIB, cada año.
Ello significa que la economía mexicana este porcentaje del PIB anualmente por no atender las deficiencias y las áreas de oportunidad en dichas materias o áreas de conocimiento.
“(A esto) agrégale ciencias, humanidades y habilidades emocionales. Entonces el potencial es enorme”, dijo el especialista.
En entrevista con Publimetro, realizada en el marco del arranque del EdTech México, un movimiento de emprendimiento educativo impulsado por el Tec de Monterrey, Fernando Valenzuela señaló que urge romper con el paradigma tradicional de enseñanza e iniciar un modelo nuevo.
Indicó que mientras el mercado de la educación – visto como un negocio– vale 93 mil millones de dólares a nivel global, provisto en su mayoría por la iniciativa
privada; en el país apenas 2% del capital que recibe el sector llega de la IP, lo cual marca un gran rezago contundente.
México necesita educación incluyente
En este contexto, el especialista señaló que los mexicanos necesitamos romper con el modelo actual para que haya una educación totalmente incluyente y con misma calidad en todos los rincones de país; “y precisamente la tecnología lo permite hacer”.
“Debemos acercarnos a
sistemas de inversión como los existentes en el campo de la salud, donde 80% de los fondos vienen de las empresas y se dedican a la innovación, a la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades tecnológicas.
“Y la única forma de hacerlo es con la inyección de capital, emprendimientos y colaboración privada; sólo de esa forma es posible romper la frontera y la camisa de fuerza que existe entre la educación privada y la pública, la cual es insuficiente en todos los sentidos”, dijo.