INÉS GÓMEZ MONT, CONTRA EL DESPRESTIGIO
La conductora está cansada de que su ex esposo y padre de sus hijos, Javier Díaz, intente desprestigiarla
Inés Gómez Mont está cansada de que su ex esposo, Javier Díaz Bravo, intente desprestigiarla por los pleitos legales que aún mantienen por la custodia de sus hijos.
A través de su cuenta de Instagram, la conductora de 34 años publicó el video de una llamada telefónica que le hace a Díaz, para demostrar que él es quien miente respecto a la relación que mantiene con sus hijos.
“Después de tantas declaraciones a una revista de espectáculos por parte del papá de mis cuatro hijos y su familia, donde gritan desesperados por ayuda, por que soy una mala madre que le prohíbe ver a sus hijos, aquí una prueba de muchas que tengo para demostrar las mentiras de este sujeto, y de lo que es capaz por querer fama y por querer desprestigiar a la madre de sus hijos!!”, escribió en su red social.
Durante la llamada se escucha a Gómez Mont confirmar a Díaz Bravo que lo han buscado para firmar la autorización de la emisión de los pasaportes de sus hijos; sin embargo, éste responde que no lo ha hecho porque no tiene una “relación cordial” con la presentadora. “El acuerdo no lo has respetado tú. Te recuerdo que en un año los has visto dos veces”, le contesta Inés.
El pleito
La familia Álvarez Gómez Mont ha tenido problemas para salir del país, debido a que los pasaportes de Inesita y los trillizos Javier, Diego y Bruno, deben ser renovados. No obstante, su papá, Javier Díaz, se ha negado a firmar la autorización.
De acuerdo con Alex Kaffie, reportero del programa matutino Hoy, Gómez Mont tuvo que presentarse ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México para pedir ayuda con el trámite de los pasaportes. La conductora espera que una orden judicial expedida por la Secretaría de Relaciones Exteriores le permita tramitarlos sin necesidad de la firma del padre. Se sabe que la relación entre Inés y Javier no ha sido buena en los últimos años y es que él y su familia la acusan de no dejarle ver a sus hijos.