El Ángel de la frontera entre México y EU ENRIQUE MORONES
El muro entre ambos países fue una de las amenazas insignia en el arranque de la era Trump y, por ello, el activista busca cuidar a los migrantes en la región
El reforzamiento del muro fronterizo entre Estados Unidos y México es uno de los temas que han tensado las relaciones entre ambos países durante la era Trump.
La planeación para reforzar más la frontera no sólo ha afectado a los migrantes que viajan rumbo al norte, también a los que ya viven en el país vecino, por ejemplo, a los dreamers.
Sin embargo, en medio de esta crisis existe un hombre cuya labor ha sido –desde hace tres décadas– unir a los migrantes con sus familias y abrir La Puerta de la Esperanza, un espacio de apenas unos centímetros de ancho en el muro actual.
Enrique Morones, originario de San Diego, California, pero de padres mexicanos, es el fundador de la organización Border Angels, mejor conocida en español como Ángeles de la Frontera, cuyo objetivo ha sido ayudar a migrantes latinos desde 1986.
En entrevista para Publimetro cuenta su experiencia de cómo le hace para “abrir” la frontera de EU y como voluntario, activismo que lo llevó a ganar el Premio Nacional de Derechos Humanos en México, en 2011.
¿Cómo surge Border Angels?
— Ángeles de la Frontera yo lo inicié en 1986. Una amiga mía de El Salvador me pidió apoyo para unos migrantes que vivían en una zona muy rica de California, pero que eran trabajadores del campo. Fui y les llevé ropa y comida.
Ya en los años noventa me mudé a Los Ángeles. Ahí pasó algo muy feo. La policía detuvo a una señora y la golpeó. Lo grabaron y salió en todos los noticieros. Cuando eso pasó yo dije “eso está muy mal, debemos de hacer algo para protestar, pero pacíficamente”. Entonces hice un evento muy grande y vinieron 15 mil gentes.
Además de abrir la frontera entre México y Estados Unidos, ¿a qué se dedica Ángeles de la Frontera?
— Ahora somos más de cinco mil voluntarios. Ponemos agua en el desierto, le damos a los jornaleros de comer. El Día de Acción de Gracias fuimos con ellos a comer. Hacemos muchas actividades en el Parque de la Amistad, ahí abrimos la Puerta de la Esperanza para que niños puedan abrazar a sus papás, ya que ambos no pueden viajar y verse. Lo hemos hecho ya seis veces. La primera vez que abrimos la puerta, una niña abrazó a su papá por primera vez en su vida. Yo no podía creer que eso pasaba. Le dije a la Migra: ‘Esto es lo que debemos de hacer cada año, abrir la puerta para que niños puedan abrazar a sus papás’.
Entonces comenzamos a hacerlo por el Día del Niño, como saben, cada 30 de abril. Pero el año pasado le dije al jefe de la Migra:
‘Hay que hacerlo más veces al año’ y me dijo ‘Enrique, tu dijiste que debe de ser el Día del Niño’ y le dije ‘correcto, el 20 de noviembre también es el Día Internacional del Niño’.
¿El plan sigue?
— Enrique Morones advierte que en 2018 quiere abrir el cruce fronterizo tres veces. Cada año queremos hacerlo más y más y más tiempo. Todavía no lo sabemos por esa persona que está en Washington DC. Yo estoy un poco preocupado, seguro se enteró de la apertura de la Puerta de la Esperanza y querrá hacer algo, pero yo tengo muy buena relación con la Patrulla Fronteriza local y esa decisión se toma localmente. Esperemos que todo siga igual.
Sin embargo, su plan podría verse truncado, luego de que se descubriera que Brian Houston –quien el 18 de noviembre pasado se casó con Evelia Reyes durante la apertura de la puerta fronteriza de Tijuana– había sido detenido por portar drogas y armas.
Morones ha referido que no conocía la situación legal de Houston, puesto que su organización no se encarga de verificar antecedentes penales, labor correspondiente a la Patrulla Fronteriza.
¿Cómo les afecta la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte?
— Sabemos que este loco que está en la Casa Blanca quiere renegociar. A mí me gusta la posición que ha tomado México de decir ‘nosotros podemos seguir adelante sin Estados Unidos’. Claro, Estados Unidos es un socio muy importante para el comercio. El TLCAN fue algo para que las empresas grandes, se hicieran más grandes. Pero la gente que tiene sus propios negocios, pues sufrieron mucho. Eso causó que muchos migrantes se fueran al norte. La gente de todo el mundo quiere a México, con excepción de algunas personas en Estados Unidos –empezando con ya sabes quién–. He viajado a muchos lugares y cuando digo ‘soy mexicano’ me dicen ‘me encanta México’. Aquí en Estados Unidos, la gran mayoría, si quiere a México.
¿Qué mensaje le puedes enviar a los próximos candidatos presidenciales en México, en el tema de migración?
–Mi mensaje es el mismo para todos. El futuro de México está en México y tenemos que crear un mejor país para que la gente no se tenga que ir. Estoy muy orgulloso de ser mexicano. Yo nunca tuve el sueño americano, tuve el sueño mexicano.
¿Cuál es la historia que más te ha conmovido?
— Mientras estábamos poniendo agua en el desierto, un día vimos a un señor caminando. Era un migrante que estaba cargando a alguien en sus hombros. Los alcanzamos, les dimos agua y al que iba muy enfermo lo pensaba llevar al hospital, pero no quería ir por miedo a la Migra.
Esperamos a ver cómo reaccionaban al tomar agua. Nos quedamos con ellos como por cuatro horas, les dejamos en un lugar seguro y a las semanas me hablaron sus hijos para contarme que les habíamos salvado la vida.
Cuando la gente me pregunta si Ángeles de la Frontera hace la diferencia, sé que al menos se la hizo a Francisco y Pedro, esos dos migrantes.
“En 1994 regresé a San Diego y ese año fue clave en el tema de migración. Pasaron cuatro cosas que nos han afectado mucho, una de ellas el Tratado de Libre Comercio de América del Norte”
Enrique Morones