CONDUCTORA DE LA L7 DE REFORMA BUSCA EQUIDAD EN EL TRANSPORTE PÚBLICO DE LA CDMX
Genoveva Flores es una de las cinco conductoras de los buses de dos pisos en la nueva Línea 7 de Reforma y ésta es su historia
Hace dos años entró al Metrobús y ahora conduce una unidad y lo hace con orgullo; Genoveva Flores es una de las cinco conductoras de la nueva Línea 7 de Reforma.
¿Cómo decidiste entrar al transporte público?
— En el sistema Metrobús fui de los supervisores que están en las terminales encargados de la regulación de los autobuses, después fui supervisora en otra empresa y ahora obtuve la oportunidad de entrar a la empresa Operadora Línea 7 (OL7).
¿Fue sencillo?
— Cuando le echas muchas ganas, se dan esas oportunidades. Yo no había conducido transporte público. Pero he estado en el ambiente desde hace dos años. Recibí la misma capacitación que mis compañeros, me hicieron los mismos exámenes, afortunadamente los pasé y por eso es que puedo conducir una de estas unidades y la verdad es un gran orgullo.
¿En el transporte público predominan los hombres?
— Realmente así es, siempre ha estado dominado por hombres, por lo que estar aquí es un reto. Obviamente nos tienen más a la vista: “a ver cómo conduce, a ver cómo lo lleva”, y si tienes un accidente obviamente somos más criticadas, más señaladas, pero todos los compañeros conductores, igual que nosotras, pueden llegar a tener un raspón de unidad, un accidente, un pequeño alcance.
Luchan contra el estigma de “mujer al volante, peligro constante”...
— Esa frase es muy misógina, porque más del 90% de los accidentes son causados por hombres. Las mujeres se ven muy poco involucradas en accidentes viales. Ahora ya estamos más involucradas en la conducción. La gente que me ha visto al volante sonríe y dice “¡una mujer! Felicidades”. Me da mucho gusto que la gente se sienta segura y confiada de viajar con nosotras.
¿Cómo integrarse a un ambiente dominado por hombres?
— Una pone la pauta. Es verdad que el hombre llega hasta donde la mujer quiere. Si yo me pusiera a decir groserías con ellos, sería lo único que recibiría. Mis compañeros reciben de mí en las mañanas un “hola chicos cómo están”. Mi frase es: “excelente día y muy buen turno”. Yo no me espanto por escuchar una grosería, albures, pero parte de la capacitación que recibimos es ir controlando esa situación y se ha formado una unión muy bonita.
¿Te ha tocado vivir una mala experiencia?
— Aquí no. Antes, tres propietarios de unidades de Uber me rechazaron varias veces por
ser mujer, así simple y sencillamente. A mí se me hizo increíble que en esta época me rechazaran, pero tengo la fortuna de haber encontrado en mi camino a OL7 y no he tenido problema, ni en trato, ni en los exámenes, se me trató igual y logré mi lugar.
¿Qué mensaje te gustaría transmitir a las mujeres?
— Siempre hemos sido fuertes, a pesar de que nos han dicho que no. Es tiempo de que nos demos cuenta de que preparándonos tenemos la oportunidad de cubrir cualquier puesto. Todos tenemos un “no” como respuesta siempre, pero si no buscamos el “sí” nunca lo vamos a obtener. Que se quiten el miedo, que se quiten la frustración, hay que buscar la oportunidad.