ANÁLISIS
Los entornos no seguros, ¿qué tanto exponen a las mujeres en sus trayectos?
— Es un problema muy grave que ya trabaja Inmujeres y ONU Mujeres en la Ciudad de México, por ejemplo la Estrategia 30/100 para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Vemos, como organización, que hay avances en la política pública, pero no todas las dependencias hacen lo que les toca. El Metro, por ejemplo, hace una labor impresionante para alinearse al programa, como los vagones exclusivos.
La Secretaría de Seguridad Pública no está haciendo suficientes esfuerzos.
¿Cómo hacer las calles más seguras?
— Nosotros junto con ONU Mujeres estamos desarrollando con una capacitación, auditorías de caminabilidad, porque queremos salir con las mujeres a caminar y hay cosas que sabemos que son peligrosas, pero ahora queremos sistematizar todo este conocimiento.
Y lo que queremos comprobar es que temas como la iluminación, las banquetas anchas, el uso de suelo mixto o los olores, influyen en la seguridad. Es importante que las mujeres sean tomadoras de decisión en temas de planificación y diseño de la ciudad.
¿Qué tan útil puede ser para las mujeres que caminan la ciudad la aplicación de Vive Segura?
— Nosotras creemos que son herramientas valiosas, pero el problema es que no se conocen los datos. Por eso hacemos un llamado al Inmujeres para que los abra. Y sin datos es muy difícil saber si la aplicación funciona.
¿Qué otras acciones se pueden tomar para evitar las agresiones a las mujeres?
— Esto se puede cambiar si hacemos la calle segura con iluminación, con buenas banquetas, con una serie de elementos que no son caros y que el gobierno de la Ciudad de México deberían estar trabajando con perspectiva de género, porque nos ayuda a crear planes exclusivos.