Fórmula 1 con olor a China
Nadie hubiera apostado por Daniel Ricciardo y por ello el australiano vuelve a sonreír
Daniel demostró una extraña habilidad para aprovechar al máximo cualquier oportunidad que se le presente durante un Gran Premio y de paso dio cátedra a su coequipero Max Verstappen sobre cómo aprovechar las oportunidades que se tienen para adelantar. Ricciardo rompió los momios y se llevó la bandera a cuadros en la tercera fecha del calendario que comienza más interesante que en los últimos 4 años. Ferrari llegaba como
el máximo favorito teniendo en cuenta la buena forma del auto. Sin embargo no pudo mantener la consistencia de las dos primeras fechas.
Mercedes no ha sido ni será el dominador de antes pese a liderar el Campeonato de
Constructores, pero sin duda sabrá despertar. Por primera vez desde que la F1 cambió la reglamentación a motores híbridos V6, Mercedes no ha podido ganar durante tres carreras consecutivas. En Shanghái vimos una carrera que se desató al final en errores y aprovechamientos entre los equipos principales, muy compactos, algo sin duda emocionante. Había mucho detrás de los líderes con duelos muy reñidos, adelantamientos, colisiones y con ello banderas amarillas, lo cual hizo de la competencia un tablero de ajedrez en donde la táctica podría potenciar un buen resultado. En cuanto al resto de los equipos se destaca la participación de Renault, que logró regresar con puntos derivados de ambos autos, mientras que Fernando Alonso luce motivado pese a no tener oportunidad de pelear por los podios, por lo menos no en la primera etapa del Campeonato.