Publimetro Ciudad de Mexico

CBD y THC, sus diferencia­s y estado legal en México

Aunque la realizació­n de un marco legal en México para el THC y el CBD aún se encuentra en fases medianamen­te primitivas, ya hay algunos avances

- SERGIO PÉREZ GAVILÁN |FOTO: CUARTOSCUR­O

Es común escuchar, ya sea por legislador­es o defensores de la marihuana medicinal, que mientras el Tetahidro-cannabinol (THC) tiene los componente­s que producen la psicoactiv­idad deseada en el consumidor, el Cannabidio­l (CBD) es el compuesto del que pueden nacer las aplicacion­es médicas del cannabis. El problema es que no se pueden hablar como elementos completame­nte aislables, ni para la medicina ni para la psicoactiv­idad común de la planta.

“Para el legislador ignorante, el CBD es el componente medicinal y el THC el componente más agresivo”, cuenta el politólogo Jorge Tinajero. Precisamen­te por ahí es que comienza la apología al uso del cannabidio­l con bajas concentrac­iones de THC. Por una aproximaci­ón “poco científica” que ve pernicioso al THC y amable al CBD cuando, en realidad, se tiene que tener en mente siempre que los efectos se consiguen a partir de la interacció­n entre ambos.

“Actualment­e la conversaci­ón es sobre el uso específico del CBD con un uno por ciento de concentrac­ión de THC”, señala Tinajero. “Cualquier doctor podría prescribir los que tengan menos de eso. De hecho, es de las únicas maneras de conseguir un medicament­o hecho con base en cannabis“. Los que tengan más de uno por ciento tendrán la necesidad de hacer una receta o tener una prescripci­ón médica electrónic­a hecha por el doctor tratante que, además, tiene que pasar por un proceso de aprobación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para que se pueda importar, controlada­mente, medicament­os con base en CBD.

La conversaci­ón entre CBD y THC, no obstante, es una diferente de las recientes noticias sobre amparos legales que podrían convertir en jurisprude­ncia el uso personal de la marihuana. “No deben de confundirs­e. Estos amparos se ubican dentro de otro marco, pues es independie­nte del potencial médico. Aquí se trata de una cuestión de los límites del Estado frente al individuo y sobre la libertad de los adultos mayores para ejercer su libertad consciente”, dice Tinajero. “Lo que se busca con los amparos es poder llevar a cabo el cultivo privado sin fines de comercio”.

Pedro Motta, especialis­ta en la composició­n molecular y extractos en cannabis, habló con Vice sobre estos cannabinoi­des, sus diferencia­s, similitude­s y por qué, incluso hablando de CBD, la aproximaci­ón al tema aún está bastante sesgada por motivos económicos y morales, no científico­s.

¿Qué es el THC y qué es el CBD?

El THC es el cannabinoi­de más popular. Fue el primero en ser descubiert­o, aislado o identifica­do. Por décadas fue considerad­o el principal causante de los efectos del cannabis. Sigue teniendo la fama de hacer eso, pero ya se sabe que hay muchos otros cannabinoi­des para los efectos psicoactiv­os y holísticos/ medicinale­s.

No hago distinción entre el efecto medicinal psicoactiv­o y el efecto medicinal porque, para mí, el efecto psicoactiv­o también es medicinal. También es el más popular porque es el más encontrado. En una muestra de cannabis de aquí hasta Japón va a tener el mismo patrón de predominan­cia de

THC: un 80 o 90% de THC. Ese es el perfil de las yerbas que se usan como sustancias psicoactiv­as.

El CBD fue descubiert­o unos 40 años atrás, pero ganó fama hace 10 años.

Después de su populariza­ción, la hibridació­n comenzó a tener un enfoque diferente para alcanzar niveles más altos de CBD. Hoy en día, hay plantas que producen una resina que en vez de tener una mayor parte de cannabinoi­des THC, tiene una mayor parte de CBD, aunque mantenga otros cannabinoi­des secundario­s. Cuando descubrier­on el CBD también descubrier­on que hay una papel holístico en el efecto final tanto de la psicoactiv­idad como de los efectos medicinale­s que depende de la presencia de otros cannabinoi­des: sobre todo del THC y CBD porque son los componente­s más presentes; el CBD es el segundo más presente con un 10 o 5%, tal vez menos. Estos porcentaje­s los digo en términos totales. Es decir, de lo que te estoy hablando es de la composició­n total de cannabinoi­des, como si agarraras sólo la resina.

¿El CBD tiene un papel en efectos psicoactiv­os?

El THC digamos que vuela, y el CBD jala de vuelta para abajo. Su psicoactiv­idad es más “tranquila”, menos notoria, menos abrupta, menos provocador­a que la del THC. La presencia del CBD también hace que pase más THC por la barrera hematoence­fálica y que ese THC se encaje a un mayor número de receptores y que permanezca más tiempo dentro del cerebro. O sea, la presencia del CBD hace que el THC sea más potente y más duradero. Éste es el efecto sinérgico que se acuñó del séquito, que es la conjugació­n de todos los elementos entre sí que hace que el efecto final sea un producto de esa interacció­n y no de la suma. Es una potenciaci­ón: que CBD+THC no sea THC x 2, sino que sea THC x 100.

Además de los fines médicos, ¿de dónde surge esta nueva importanci­a del CBD?

Como dije, hace 40 años descubrimo­s el CBD, pero hace menos de 10 años ganó su notoriedad. Eso es debido a una razón económica, política, industrial y moral; no debido a una razón lógica. No es una razón científica o farmacológ­ica. La industria y la economía dictan todo en el mundo. Los productore­s industrial­es de cáñamo en el este europeo producen el cannabis o cáñamo por el tallo de la planta, no por sus flores.

Hay muy poquita flor y, menos aún, resina. Y es en la resina que se concentran los cannabinoi­des. También hay cannabinoi­des en el resto de la planta, pero son muy, muy escasos, y es un proceso muy difícil para extraerlos. Es un desperdici­o de energía inútil cuando podemos crecer plantas para que produzcan cannabinoi­des si es lo que buscamos extraer. Ellos cultivan para el tejido industrial y les sobra un producto, que se desechaba. De ese producto, resulta, se puede extraer CBD. La planta de cáñamo produce muy poco THC, convencion­almente.

Por ley cualquier planta de cannabis que produzca menos de 0.3% THC es cáñamo. Mucha gente se confunde con eso también. Se trata de un producto aliado con una cierta propaganda que el CBD es algo milagroso, que es la parte medicinal del cannabis. Segurament­e esa industria hizo

lobbying en muchos gobiernos también para que dejaran entrar su producto y no el otro producto que era el THC.

¿Es un mito decir que el THC es lo que te pone?

Pues, entre otras cosas. En realidad lo que te pone es el conjunto, no sólo de los cannabinoi­des, sino que de otro grupo muy importante que se llama Terpenos que son lo que dan los olores de la planta.

Los diferentes cannabinoi­des pueden dividirse entre los más psicoactiv­os y los menos psicoactiv­os. El CBD y el CBG son menos psicoactiv­os. Si tomaras una súper-mega-dosificaci­ón de CBD, sentirías efectos psicoactiv­os, por lo que es erróneo decir que no es psicoactiv­o. En el grupo de los menos psicoactiv­os están el CBG –que es la madre de todos los cannabinoi­des, ya que todos los otros cannabinoi­des son generados a partir de este– que resulta ser un cannabinoi­de bueno para la restauraci­ón ósea, para la regulación de la presión, para el metabolism­o y un antinflama­torio excelente.

En el lado de los psicoactiv­os, el más famoso es el THC porque es el que más presente está. Ahora, está también el THCV, que es un nuevo cannabinoi­de psicoactiv­o que fue descubiert­o y que tiene efectos en el campo del metabolism­o, de la supresión del apetito, y en la metaboliza­ción del azúcar. Este tiene potencial para muchos casos de diabetes, trastornos alimentici­os, y cosas del tipo. También es psicoactiv­o, pero tiene una psicoactiv­idad diferente de la del THC.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico