ACCIÓN NACIONAL, OPOSICIÓN RESPONSABLE
En 1939 se fundó el PAN ante la urgente necesidad de crear conciencia ciudadana, pues millones y millones de mexicanos no se percataban de los problemas que enfrentaba el país, en la época post revolucionaria, lo que hacía indispensable provocar en ellos el deseo de participar en las grandes y trascendentales soluciones.
El principal objetivo del Partido Acción Nacional fue formular una doctrina congruente y concreta, “una acción permanente que, basada en una actitud espiritual dinámica, hiciera valer en la vida pública la convivencia del hombre integral; una postulación de la Moral y del Derecho, como fuente y cauce de la acción política, y ésta, no mero cambio de personas, sino reforma de estructuras políticas y sociales, para gestionar el bien común”.
Y esto es lo que requiere con urgencia el panismo nacional tras los sorpresivos resultados de la elección presidencial de este año, pues uno de los factores que también determinará a una oposición de bajo perfil, en los primeros meses de la administración de Andrés Manuel López Obrador, es la reconstrucción interna que la mayoría de los partidos sufre tras sus derrotas el 1 de julio.
“El PAN tiene el reto de ser el primer partido de oposición en México, que no se doble frente al Gobierno”, se ha reconocido desde el Senado.
Durante los últimos dos sexenios, la sociedad civil se colocó como un contrapeso a las decisiones gubernamentales. Y en algunos casos, estos grupos de presión han tenido más éxito que los partidos políticos, por lo que por sí solos podrían presentarse como una oposición que vigile las acciones de la administración de López Obrador.
Sin embargo, Acción Nacional está consciente de que en esta importante labor debe participar de manera activa y desde sus diferentes trincheras, de ahí la importancia nacional del proceso de renovación interna de este domingo 11 de noviembre, día en que los reflectores políticos en todo el país estarán dirigidos y enfocados en los procesos democráticos de Acción Nacional.