FRANCESES DETIENEN GASOLINAZO
En un intento de calmar la violenta insurrección en Francia de una clase media enfurecida y con el poder adquisitivo disminuido, además de frenar la cuarta manifestación en París el próximo sábado, el gobierno de Emmanuel Macron anunció la “suspensión por seis meses del alza de la fiscalidad sobre el carburante y las tarifas de gas y electricidad”.
Sin embargo, los anuncios del primer ministro Edouard Philippe no entusiasmaron a los rebeldes, que decidieron continuar con las medidas de fuerza. Consideraron las decisiones como “burlarse de los franceses y reinstalar la tasa dentro de seis meses“, dijo uno de sus voceros.
“Se necesita ser sordo para no ver o entender esta cólera”, dijo el primer ministro Edouard Philippe en su discurso televisado. ”Esta cólera viene de lejos. Ella ha estado encerrada, silenciosa por pudor o por orgullo. Hoy se ha expresado. A esta cólera, yo la entiendo” dijo el premier, en lo más parecido a una autocrítica. “Tres medidas fiscales debían entrar en vigor el 1 de enero próximo: el alza de la tasa de carbono sobre la gasolina, el aceite y el diésel; la convergencia de los impuestos del gasoil sobre la nafta, y el alineamiento de la fiscalidad del gasoil para los profesionales con aquella que es aplicada a los particulares” explicó Edouard Philippe.
“Yo suspendo por seis meses la aplicación de estas medidas fiscales”, dijo el premier.
Con un tono severo, en un discurso corto, igualmente informó sobre “la suspensión por seis meses del alza de los precios de gas y electricidad”. No aumentarán durante el invierno. “Ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la nación”, justificó.
Además de las medidas descritas, que forzaron al ministro de economía Bruno Le Maire a regresar de una reunión en Bruselas, el primer ministro llamó a “una concertación nacional de impuestos y gastos públicos”, que se iniciarán el 15 de diciembre y tendrá fin el 1 de marzo.