La segunda oleada de Covid-19 es inevitable en los próximos seis meses
Escenarios. Apuntan que la desescalada y la prevención son fundamentales para frenar los contagios y la saturación de hospitales Septiembre. Expertos aseguran que esta primera oleada es tan sólo un aviso de lo que vendrá en el otoño del hemisferio norte
Mientras Latinoamérica se convierte en el epicentro de la pandemia por Covid-19 y los países europeos se centran en la desescalada y la apertura de sus economías, ya hay voces que alertan que sólo hay seis meses para prevenir una posible segunda ola de contagios del coronavirus.
En España ya se están alistando para poder contar días con cero fallecimientos; sin embargo, expertos apuntan que esto sólo es el inicio de una transición hasta el próximo ciclo de la enfermedad. De momento, todo el mundo apunta al próximo otoño en el hemisferio norte.
En este sentido, Hans Kluge, director de la OMS para Europa, llamó a los ciudadanos a prepararse para una segunda ola aún más mortífera del virus
el próximo invierno. No sólo por un retorno del SARSCOV-2 en una población insuficientemente inmunizada. “Estoy muy preocupado por una doble ola”, contó Kluge a The Telegraph. “En otoño podríamos tener una segunda ola de Covid y otra de gripe estacional o sarampión”.
Por su parte, María Neira, directora de Salud Pública de la OMS, agregó que “hay muchos modelos que avanzan muchas probabilidades”, en una entrevista con RAC1.
Y con estas declaraciones no se refieren a repuntes esporádicos, hablan de una segunda oleada que podría volver a saturar los sistemas de salud en muchos países si no se toman medidas desde ahora.
Recapitulando y basándose en el comportamiento de pandemias que asolaron la humanidad durante los últimos 250 años –principalmente de influenza, el virus que provoca la gripe–, cuatro destacados epidemiólogos estadounidenses diseñaron tres posibles escenarios para el rumbo que el SARS-COV-2 puede tomar durante los próximos dos años. Porque esa es la primera cuestión: ninguno pone en duda que el coronavirus seguirá en nuestras vidas hasta dentro de, al menos, 18 o 24 meses.
El primer escenario implica una serie de subidas y bajadas de la incidencia, de una magnitud similar a la que ya ha sufrido en España, que se repetirían en primavera y otoño de 2020 y 2021. El segundo escenario es el que todo el mundo teme y representa un patrón idéntico al de la pandemia de gripe española de 1918: un primer aviso (el que estamos padeciendo ahora) seguido seis meses después por un brote catastrófico y muchísimo mayor que, por desgracia, no significaría el final de la enfermedad. El último y más improbable, según los autores, es que tras este golpe la incidencia del Covid-19 vaya apagándose poco a poco, consumiéndose como una vela.
Uno de los autores de este informe, publicado por el Centro de Investigación y Políticas sobre Enfermedades Infecciosas (Cidrap) de la Universidad de Minnesota, es Michael Osterholm, un epidemiólogo que lleva años proclamando a los cuatro vientos que esta pandemia iba a suceder. “La gente tiene que comprender que estamos al principio de la pandemia, ese virus va a seguir transmitiéndose a través de la sociedad, cuando pueda, donde pueda y como pueda”, explicaba recientemente. “Todos esperamos que haya una vacuna en algún momento, pero la esperanza no es una estrategia”.
El modelo dos o “terror en otoño” está basado en el comportamiento de los grandes brotes globales de gripe , por lo que, aunque esta vez se trate de un virus diferente, podría seguir el mismo patrón de la gripe porcina hace 10 años, modesta incidencia en primavera, aparente detención en verano y sucesión de brotes importantes el próximo otoño en el hemisferio norte.