Fuertes disturbios golpean a Minnesota por abusos policiales
Segunda noche. La muerte de un hombre negro bajo custodia policial se tornó violenta de nuevo la madrugada pasada Bachelet. Insta la Alta Comisionada a que las protestas se hagan de forma pacífica
La muerte de George Floyd, un hombre negro que falleció tras ser arrestado por la Policía en Mineápolis, en el estado de Minnesota, provocó fuertes disturbios por segundo día consecutivo en el estado.
Las protestas, convocadas en el lugar exacto en el que habría muerto Floyd, comenzaron de forma pacífica pero se tornaron “extremadamente violentas”, tal y como denunció el gobernador, Tim Walz, que pidió a los residentes abandonar la zona.
Según NBC News, una persona murió tras recibir un disparo en el marco de las protestas. Además de que también se han registrado saqueos e incendios en el área. La policía, por su parte, hizo uso de gases lacrimógenos en un intento por sofocar las marchas, lo que provocó enfrentamientos entre manifestantes y agentes.
Ante el incremento de la violencia, el alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, pidió ayuda a la Guardia Nacional para tratar de “mantener bajo control la situación”. “No puedo poner en peligro la seguridad de personas inocentes”, explicó antes de subrayar que “se pueden tener ambas cosas, manifestaciones pacíficas y seguridad para todos”.
Las protestas de esta última jornada se produjeron precisamente, después de que Frey solicitó que se presentaran cargos contra el agente de Policía que habría “reducido” a Floyd.
En una grabación de video puede verse a un policía blanco arrodillado sobre el cuello de Floyd, de 46 años y arrestado por una supuesta falsificación, durante varios minutos. Floyd trata de pedir ayuda y grita en repetidas ocasiones que no puede respirar. Por el momento, cuatro agentes fueron despedidos.
“Imploro a la ciudad y a nuestra comunidad, a cada uno de nosotros, que mantenga la calma. Honremos la memoria de George Floyd”, insistió Frey. Los manifestantes, por su parte, recorrieron varias calles de la ciudad al grito de “no puedo respirar” y “podría haberme pasado a mí”.
En este sentido, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó al gobierno estadounidense a tomar las medidas necesarias para acabar con la violencia policial y la muerte de afroamericanos a manos de los agentes.