¿Qué hace al turbo de Mazda diferente?
Esta semana pude probar el nuevo Mazda3 con motor turbo y tracción a las cuatro ruedas, un auto que significa el siguiente escalón en desempeño y seguridad de Mazda. Digamos que el acelerador se acaba de poner más vivo, pero también congruente con una gama que quiere ser de lo más sport posible, sin dejar lo que a Mazda le ha dejado el Skyactive que es experiencias de manejo a diario de mayor confort y gran respuesta. La alimentación ha sido estudiada a fondo, por lo que funciona en dos pasos con su turbo de presión dinámica, lo que elimina la espera de entrada del turbo y se convierte en una aceleración mucho más lineal, con mucho torque, pero sin la “patada” repentina que francamente a muchos no nos gusta de un turbo.
El componente en Mazda ha ido más allá y para bajar la temperatura del motor, enemiga de un buen funcionamiento, le han dotado de un sistema de salida de gases que divide los cilindros (el 2 y el 4 se unen a la salida de la combustión). Otro de sus componentes claves es el sistema EGR, un pequeño componente que causa un efecto de recirculación de gases al mismo tiempo que los enfría, haciendo mucho más eficiente el trabajo de la entrega de potencia.
Por ello, el manejo del nuevo Mazda3 turbo, ha llegado para exprimir esos 227 caballos con todo, brindando una respuesta más poderosa en acelerador y más seguridad al llevar el poder a la rueda que la necesita más.
Un desarrollo de alta ingeniería que bien podría vivir en muchos de sus vehículos mejorando de gran manera su marcha y desempeño. Descúbralo para entender la gran experiencia que la ingeniería de Mazda brinda a sus clientes día a día.