Miriam Boeri
Presidenta del Departamento de Sociología de la Universidad de Bentley
Después de las elecciones, cada vez más estados han aprobado medidas para regular y permitir el uso de la marihuana en Estados Unidos. ¿Por qué?
—En resumen, porque el pueblo, no los políticos o las legislaturas, hicieron que esto sucediera. En mi opinión, creo que más personas tienen experiencia personal o amigos cercanos y familiares que han usado cannabis por diferentes razones, y simplemente no creen que sea la droga peligrosa indicada por una categoría legal de la Lista 1. Muchos también conocen a personas que fueron encarceladas por un cargo de marihuana, y no quieren que esto les suceda a sus seres queridos. Y luego están aquellos de nosotros que conocemos personas que no tienen los medios económicos o las redes políticas para evitar un antecedente penal por la mera posesión de cannabis, y quieren que esto termine.
¿Cuáles han sido los pros y los contras de la legalización?
—Primero, algunos estados dejaron de llamar “marihuana” al cannabis y eso es un pro. La marihuana tiene un trasfondo racista, pero el cannabis es el nombre médico. Muchos estados están comenzando a ajustar los términos utilizados a medida que ajustan sus leyes. Esto está teniendo un efecto de goteo en el ajuste de otros lenguajes raciales y socialmente estigmatizados en el ámbito del uso de sustancias. Entre los pros también figuran el hecho de que haya menos personas con antecedentes penales, lo que les seguirá el resto de sus vidas y creará barreras al empleo, las relaciones y más; un mayor acceso a la cannabis medicinal para quienes la necesitan para una serie de cuestiones de salud; un mayor acceso al empleo legal en la industria de la cannabis; y mayores ingresos para las comunidades locales. Los únicos inconvenientes que puedo identificar se derivan de reglamentos mal desarrollados o aplicados, como las barreras para entrar en el negocio del cannabis para algunas personas marginadas o privadas de derechos. También hay una falta de educación adecuada.
¿Qué puede decirme sobre otras drogas?
— La distinción importante aquí es distinguir entre la legalización y la despenalización de otras drogas. La población de EU parece aceptar más la despenalización, como se demostró recientemente en Oregón, donde los votantes aprobaron una medida electoral que despenaliza la posesión de heroína, metanfetamina, LSD, oxicodona y otras drogas. Sin embargo, la despenalización también debe ir acompañada de la satisfacción de otras necesidades sociales y económicas que han pasado a formar parte del consumo de drogas en un país en el que la penalización de estas drogas ha dado lugar a la violencia.