“Era buen niño”
Senadora de la república por el PAN
“Era un buen niño, no andaba en malos pasos. Jugaba futbol, lo acababan de aceptar en un club. Su sueño era ser portero profesional de Primera División, tenía 14 años”, dijo un vecino de Alessandro, quien fue encontrado en una maleta sin vida en una colonia de la Ciudad de México.
Una semana antes, nos enteramos de la tragedia de Alan Yahir y Héctor, de 12 y 14 años, quienes al igual que Alessandro, primero desaparecieron y después fueron encontrados sin vida. El horror se hizo presente.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) afirmó que en México mueren, en promedio, tres niños y adolescentes al día por causa de la violencia; cuatro desaparecen; unos 30 mil menores son reclutados por la fuerza por la delincuencia organizada; y que cerca de 21 mil niñas, niños y adolescentes fueron víctimas de homicidio doloso del 2000 a 2019.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sostuvo que la victimización infantil utilizada criminalmente por organismos delictivos sólo puede ser contenida con una visión preventiva y holística.
La Universidad de Nuevo León ha señalado que los que no estudian ni trabajan son el blanco más fácil de la delincuencia organizada, son la “carne de cañón”, son conocidos como la generación desechable por vivir rápido y morir pronto, pues ven en la delincuencia organizada un medio para lograr sus metas y acceder a grandes sumas de dinero.
El año pasado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizó un estudio sobre los menores como víctimas del crimen organizado.