Ten: La visión de una “nueva forma” de hacer empresa en Chile
Un propósito genuino es la piedra angular en la creación de una empresa, resolver algo que las personas realmente necesiten
Los fundadores de la startup chilena Ten, Nicolás Pino y Paula Herrera, comenzaron con un fin muy determinado: crear un impacto positivo en la sociedad a través de la tecnología. Estos profesionales con vasta experiencia en el área retail, comenzaron definiendo el propósito antes que la solución o el producto, pensando en los problemas que necesitaban solución, y, el primero que surgió y el más potente que ellos detectaron fue la soledad en la tercera edad. “Ésta es algo tan grave que se comprobó con estudios clínicos que produce mayor mortalidad que fumar 15 cigarrillos diarios o que la obesidad, y nosotros quisimos hacer algo al respecto”, cuenta Nicolás.
La soledad se ve afectada por muchas variables, y una de ellas es la pareja, y ahí es donde Ten vio que podía usar la tecnología para conectar personas mayores de 50, 60 y 70 años. “Definimos nuestro primer propósito como startup con la aplicación de citas Tenlove, la que pretende que la edad no sea una limitación para encontrar una nueva pareja, conectando a personas que de otra manera no se habrían conocido en la vida real”, explica Paula.
Un proyecto sólido
La aplicación Ten tiene alcance en toda Latinoamérica y ha sido una gran solución durante una etapa de vida en que las opciones de crear nuevos vínculos de amistad o posibles parejas se reduce considerablemente cuando se tienen más años.
En el pasado las empresas se creaban para generar ingresos. Siempre la mirada fue para adentro, se definía un producto, un precio, un lugar donde venderlo y luego se promocionaba. Y esto funcionó por mucho tiempo en una sociedad con necesidades más básicas, pero hoy las personas esperan más, exigen más. “Ya no es tolerable que una empresa destruya un ecosistema para llevar a cabo su negocio, o que exista el maltrato animal (pruebas dermatológicas de la industria de la belleza por ejemplo), o que las personas que trabajan en ellas no tengan condiciones justas a su trabajo, o que exista diferencias entre hombres y mujeres. Estas empresas les enseñaron a competir y no a colaborar, esto genera desconfianza, miedos y baja tolerancia al riesgo lo que va en contra de la creatividad y el progreso sustentable”, opina Nicolás Pino.
“Creemos que esto hace mejores empresas, más rápidas, más valientes y más entretenidas”
Nicolás Pino
Creador de TEN
De esta manera, el propósito se transforma en la base de todo. Ten nació desde la idea de solucionar un problema real y generar un impacto positivo en las personas. De ahí luego nace una empresa, y después aparece un negocio. “No puede ser al revés, si haces un negocio y luego tratas de meterle un propósito, simplemente no funciona”, asegura Paula.