Nicolás Ernesto Maduro Guerra “Yo vi surgir a mi padre (Nicolás Maduro)”
Por años había mantenido su vida en secreto y lo poco que se conocía de él era a través de informaciones extraoficiales
Desde la suite presidencial de un hotel del estado costero de La Guaira, rodeado de más de media docena de estrechos colaboradores y seguridad, Nicolás Ernesto Maduro Guerra, el hijo único del gobernante de Venezuela, se muestra relajado en entrevista con The Associated Press y pide que se le pregunte “con confianza, sin temas tabú”.
Siguiendo los pasos de su padre, Maduro Guerra, de 30 años, fue postulado junto a su madrasta y primera dama, Cicilia Flores, como candidato a diputado por el Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV) para aspirar uno de los 277 escaños de la Asamblea Nacional en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Los comicios se darán en medio de cuestionamientos de Estados Unidos, la Unión Europea y otros países de la región, y un boicot convocado por las principales fuerzas opositoras, que consideran la consulta un “fraude electoral” alegando que no tiene garantías democráticas.
Su paso hacia el Congreso ha hecho pensar a algunos que el oficialismo podría estar preparándolo para ser en un futuro el heredero de su padre, así como Maduro sucedió al fallecido presidente Hugo Chávez.
Al estar frente al joven resulta inevitable no compararlo con su padre por el parecido físico, pero Maduro Guerra aclara de inmediato que el mandatario tiene piel más oscura y es más alto.
¿Qué te gusta de la política?
— El contacto con la gente. La calle. La gente, aunque no esté desacuerdo, que vengan, que le digan a uno, y poder resolver problemas. Tener la capacidad de ayudar. Uno tiene una responsabilidad ahorita que es ayudar a la gente, ayudar a lo que se puede.
¿Qué tomaste del presidente Maduro?
— Siempre (he) estado con él, desde los dos años que él se separó de mi mamá por razones equis. Yo siempre vi a mi madre, siempre estuve con mi mamá, pero yo decidí muy niño vivir con mi papá y andar con él. Yo recuerdo el día que salió Chávez de la cárcel, yo estaba con él el día que ganó las elecciones, después de la Constituyente. Recuerdo muchas cosas. Ver a mi papá es ver cómo él ha surgido. De ser un chófer de autobús a seguir el legado de Chávez, a seguir el sueño de Chávez. Luego lo que tomo de él es la lealtad, la coherencia, la coherencia de un mismo discurso, como Chávez.
La crítica suele ser muy despiadada con los políticos. ¿Cómo convives con eso?
— Nosotros hemos creado piel, piel de cocodrilo. De mí han dicho de todo, de todo, sin pruebas... Nosotros somos gente del pueblo, de la calle. Mi familia vive en el mismo sitio donde ha vivido toda la vida y cuando mi papá en algún momento de la vida deje de ser presidente, nosotros vamos a seguir viviendo aquí, viviendo donde seguimos viviendo. Mi familia está aquí, mis hijas están aquí, mi madre está aquí, mis tías, las tres hermanas de mi padre están aquí.