¿LO PODRÁS DOMINAR?
Bronco regresa a México con su versión Sport, que más allá de un SUV, cuenta con una herencia y estilo incomparables, irrepetibles.
Sorprendente. Que sea hecha en una de las mejores plantas de la corporación que es la de Hermosillo y que llegue un vehículo tan diferente a las concesionarias Ford. Con ella el óvalo tiene la oportunidad en México de ganar muchísimos clientes, el precio, equipamiento, tecnología y diseño parecen estar en el punto exacto para volver a ser un jugador de emoción en el segmento de aventura familiar, no solo en el de sofisticación y alto equipamiento en que ha competido últimamente.
Fuerte imagen con luces led en forma de círculos frontales, con líneas horizontales como firma lumínica, parrilla con grandes letras “Bronco” ganándole el terreno al óvalo azul de otras camionetas, gran cofre de personalidad ruda y cuadrada, laterales sumamente atractivos, con un techo tipo “Safari” que crece para la segunda fila de asientos, ponga rieles y una parrilla de carga, y es de lo más sport y aventurero que ha visto. Rines de diseño específico por versión y su altura la piso, complementan lo “Bronco” que puede ser. Por detrás, traemos siempre las letras Bronco en blanco a combinación con cualquier color, gran fortaleza de líneas verticales y horizontales.
Le experiencia
Bronco debería hacer honor a su nombre y poder con todo, hoy la han dejado como un verdadero 4x4 para terrenos difíciles y la magia ha sido bien planeada, pues en la gama de tres versiones la más elevada es la más capaz para salir de camino con todas las asistencias, diferenciales en los ejes y modos de manejo aumentados para salir aun fuera de camino rudo, así como las versiones más bajas con menos capacidad, pero también con buen manejo 4x4 con sus modos de manejo y controles de tracción.
El tablero es básicamente el mismo entre versiones, pero agrega pulgadas en pantalla las más altas, los motores son turbo con su eficiencia Ecoboost, en las dos versiones bajas de 1.5 litros de 181 caballos y la de 2.0 litros, 245 caballos, más que suficiente para las labores familiares, citadinas, de recreo y carretera, con eficiencia y satisfactorio al acelerar. La caja es de ocho velocidades, y en el caso de la más equipada agrega las paletas al volante, así como el diferencial bloqueable. Los modos de manejo que nos tienen acostumbrados los productos del óvalo vive en sus dos primeras versiones y en la más elevada, Badlands –la que pude probar en 4x4– , lleva además Lodo y “Rock Crawl” y ahí se convierte en la 4x4 capaz, para sacarle provecho a sus ángulos de ataque, ventral y salida, pasamos por rocas, escaleras, vados, lodos, bajadas e inclinaciones que pocos llegan, en ese mismo grado, se muestran inclinómetros laterales y horizontales, así como el de posición de manejo, cámaras guía para saber siempre que hay enfrente del vehículo y cómo atacar el terreno, la diferencian. En vez de palanca cuenta con selector de velocidades, con el modo manual en medio de este, y botones de auto bloqueo activan las capacidades totales. Sin embargo, la capacidad total, equipo y motor más grande, viene con un costo, pues la versión más alta y la más baja cuentan con diferencial de precio de 171 mil pesos.
En la gama de precios que inicia Bronco se antoja para que sea para el mercado como la primera Escape que vimos nacer a principios de siglo, y que tantos éxitos dio al ovalo azul, sólo que ahora el nombre es reconocido, el producto está bien pensado y no deja nada de lado para el entusiasta, ni para el usuario de diario. Hoy sí Ford va a competir al mercado total y no sólo al limitado de equipamiento máximo. Iniciando en 618,000 pesos, nos confirma la estrategia de ir por volumen.