‘Becarios’ intuban a pacientes graves y les niegan preferencia en vacuna anticovid
Los contagios y renuncias dejaron un déficit en los hospitales más importantes de la Ciudad de México Expertos alertan que esta situación podría desencadenar estrés postraumático Residentes del Hospital General de México acusan que se ha vacunado a pers
Sin graduarse aún y debido a la falta de personal en el sector salud en México, autoridades comenzaron a designar a ‘becarios ‘que, aún estudian la carrera de medicina, para atender a las personas que dieron positivo por Covid-19 y se encuentran en estado de gravedad.
Hasta hace unas semanas, intubar a pacientes era tarea exclusiva de los médicos internistas; sin embargo, debido a que la pandemia se prolongó –y ante el repunte en los contagios– las autoridades de los hospitales más importantes en la capital del país confirmaron que se encuentran con déficit.
Bajo una responsiva y con un sueldo competitivo, responsables de los hospitales La Raza, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y el Centro Médico Siglo XXI han comenzado a contratar de forma temporal a residentes de la carrera de medicina.
En tanto, a los pacientes no críticos se le recomendó aislarse en casa, ya que el número de camas está a punto de agotarse tanto en la Ciudad de México como en otras entidades del país.
Y es que la pandemia provocó una afectación en los programas académicos, principalmente en la práctica de medicina y odontología, donde se tuvieron que reducir grupos y los programas se han retrasado meses enteros, pues los estudiantes han dejado de ir a sus internados hasta por un año.
Además, la falta de personal médico y los contagios entre enfermeras y especialistas ha creado un vacío en las prácticas de este tipo.
Directivos y médicos de estos tres centros de salud en la Ciudad de México reconocieron que la crisis sanitaria por Covid-19 ha sido una cuestión sin precedentes, por lo que han tenido que recurrir a los estudiantes que se encuentran en formación y se encuentran haciendo sus prácticas en alguno de estos hospitales.
“En la formación médica son indispensables los campos clínicos. Nosotros como universidad –debido a que no tenemos ningún hospital universitario– dependemos de las instituciones de salud para los campos clínicos”.
Son los estudiantes los que más se han visto afectados. Es por ello que, a un año de la emergencia a nivel mundial, la Universidad Nacional Autónoma de México dio a conocer que, debido a que se rompió el proceso de formación de los residentes, se podría tener –a mediano plazo– estrés postraumático y otras patologías.
“En nuestro hospital teníamos un programa académico que incluía rotaciones a hospitales de tercer nivel, como el Hospital Infantil de México o el Instituto Nacional de Pediatría, pero todo se canceló este año y ya no se va a poder recuperar”, comentó la doctora residente.
Otro ámbito en el que se han visto afectados los médicos residentes es que, a pesar de no tener un contrato laboral como tal –ya que reciben una beca y no un salario– han tenido que sacar adelante el trabajo que hay en el hospital donde también estudian y sufrir la escasez de material o condiciones precarias, aún con el riesgo de enfermar o llevar algún tipo de contagio a casa.
Miriam Rodríguez, especialista en el INER, comentó que hasta el momento las autoridades no han diseñado una estrategia que permita a los médicos residentes que estudian una especialidad continuar con su formación académica, incluso las autoridades sanitarias les han informado que den por perdidos estos cursos de intercam
bio, ya que –por cuestiones de tiempo– no habrá posibilidad de retomarlos.
Lo mismo pasa con estudiantes de universidades privadas, como Paulina, alumna de noveno semestre de medicina de la Universidad del Valle de México (UVM) campus Boca del Río, Veracruz, quien explicó que también se ha visto afectada en la transición para el internado médico de pregrado.
Ante el temor de contagiarse, el personal de salud realizó múltiples quejas y demandas con la intención de que se les proporcionaran los insumos adecuados y suficientes para hacer frente a la pandemia. Por iniciativa de la Facultad de Medicina y Fundación UNAM, instrumentaron la campaña “Dona un kit. Protege a un residente” con la finalidad de salvaguardar en todo momento la integridad de sus residentes, para que continúen realizando su actividad médica con seguridad y profesionalismo en los hospitales.
Ante esta situación, la UNAM se ha pronunciado categóricamente por el rechazo a la violencia contra el personal de servicios de salud, que incluye a residentes, en los últimos meses de este 2020.
Este diario solicitó –en diferentes ocasiones– una entrevista con Olivia López Arellano, responsable de la Secretaría de Salud de la ciudad, para hablar de la falta de personal; sin embargo, no hubo respuesta hasta el cierre de la edición.