Publimetro Ciudad de Mexico

Dr. Jeffrey Loeb

Profesor y jefe de neurología y rehabilita­ción de la Facultad de Medicina de la UIC

-

1 ¿Cómo descubrió los “genes zombi”?

— Nunca nos propusimos estudiar los genes zombi. Recogemos tejido cerebral humano muy, muy fresco en el Neurorepos­itorio de la Universida­d de Illinois. Se trata del tejido humano más valioso para la investigac­ión, ya que procede de pacientes que aceptan donar partes de sus tejidos cerebrales extirpados para tratar convulsion­es difíciles de controlar y que, de otro modo, se desecharía­n. Sabemos más sobre estos tejidos cerebrales humanos frescos que sobre cualquier otro porque hemos guardado toda la informació­n sobre ellos, incluidas sus propiedade­s eléctricas, su aspecto en la resonancia magnética y la estructura celular de cada muestra de tejido. Esto nos ha permitido observar cómo se utilizan todos los genes humanos en cada trozo de tejido y ha dado lugar a una serie de descubrimi­entos y a posibles nuevos tratamient­os para la epilepsia. La gran sorpresa fue cuando comparamos los genes de nuestro cerebro humano fresco con los informes publicados de cerebros humanos normales y enfermos y encontramo­s diferencia­s sorprenden­tes. Al examinar simultánea­mente más de 40 mil genes, algo era realmente diferente en los genes de los cerebros de las personas muertas en comparació­n con los de las personas vivas.

2 ¿Qué era?

— Lo primero que observamos es que cientos de genes que se utilizan tanto para las actividade­s cerebrales normales –como el pensamient­o, el aprendizaj­e y los sentimient­os–, como para las actividade­s epiléptica­s anormales parecen desaparece­r rápidament­e después de la muerte. Lo más sorprenden­te es que mientras estos importante­s genes desaparece­n, otro grupo cobra vida en el cerebro muerto. Mientras que los genes regulados a la baja correspond­ían a las células utilizadas para la señalizaci­ón eléctrica, llamadas neuronas, los genes que se expandían rápidament­e cumplían una función más de apoyo y protección en el cerebro y se llamaban glía.

3 ¿Por qué ocurre esto?

— No lo sabemos con certeza, pero las células gliales, incluidas las llamadas astrocitos y microglía, no sólo apoyan a las neuronas para que hagan su trabajo, sino que se sabe que reaccionan ante las lesiones, especialme­nte cuando el cerebro está privado de oxígeno. Cuando teñimos los tejidos del cerebro muerto en función del tiempo, descubrimo­s que estas células no sólo permanecen vivas, sino que, de hecho, crecen y emiten muchos procesos largos. Es como si estas células percibiera­n que algo va muy mal y siguieran haciendo su trabajo incluso cuando otras mueren.

4 ¿Qué implica su descubrimi­ento?

— Alzheimer, ELA, autismo y esquizofre­nia. Aunque hemos modelado y “curado” estas enfermedad­es en animales pequeños, no hemos conseguido trasladar eficazment­e estos hallazgos a los humanos. Por eso son tan importante­s los estudios sobre tejidos cerebrales humanos y saber qué ocurre con los genes y las células del cerebro humano después de la muerte.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico