Se esfuma en Jalisco la aplicación de Ley antitabaco
Ante la falta de sanciones y supervisión de la autoridades, así como la ignorancia sobre su contenido, se incrementa el número de bares, restaurantes y antros que se brincan la legislación que impulsa espacios libres de humo de tabaco.
Hace dos meses Daniel acudió a un restaurante de cortes argentinos en Vidrio y Marsella. Tenía minutos de haber re-cibido su platillo cuando una joven en la mesa contigua sacó un cigarro para fumarlo.
El humo asqueó a Daniel. De inmediato solicitó a la mesera que interviniera y pidiera a la comensal dejar el cigarro porque era un área donde no se podía fumar. La mesera contestó era una “terraza” y no estaba en sus manos. Daniel insistió que no era una terraza porque estaba techado.
Ante la apatía de la mesera, Daniel optó por encarar a la fumadora y le comentó lo molesto que era el humo de cigarro. La mujer y sus cuatro acompañantes increparon al quejoso y le dijeron que se trataba de un “espacio abierto” y que le hiciera como quisiera, no apagaría el cigarro.
“Era caso perdido, me levanté, pedí la cuenta, dejé dinero y me fui. Estaba tan enojado que ni me fijé si pagué completa la comida. Fue muy
molesto, pero me da más coraje con la gente del restaurante no hizo nada y por el contrario protegieron a su cliente… lo peor del caso ¿y la ley?”, explica Daniel.
En efecto, la ley estaba de su lado pero es letra muerta. En el caso de Daniel, el Reglamento de la Ley de Protección contra la Exposición al Humo de
Tabaco, artículo 2, señala que, en efecto, la mujer no debía fumar por tratarse de “un espacio físico cerrado con acceso al público”; es decir, el establecimiento no puede considerarse como una terraza y al contar con techo y dos muros que lo delimitan no entra en la categoría de espacio abierto. Fumar en ese lugar debería estar prohibido.
Igual al caso de Daniel, miles de establecimientos incumplen las normas sobre consumo de tabaco en detrimento de las personas que no fuman.
Ley que nació muerta
En vigor desde 2013, la Ley de Protección contra la Exposición al Humo de Tabaco fue exhibida como un hito en materia de salud. La legislación generó polémica, principalmente en el sector de bares y restaurantes ya que establecía criterios estrictos para inhibir el consumo de tabaco.
La norma incluso demoró en aplicarse, ya que se emitieron dos periodos de gracia para permitir a establecimientos adecuar sus instalaciones y apegarse a los nuevos requisitos. La autoridad estatal, apoyada por los ayuntamientos, se dijo lista para aplicar la legislación, pero al parecer sólo fue una moda pasajera.
La legislación autoriza amonestar y multar aquellos negocios donde se permita fumar en espacios cerrados o no acondicionados. Incluso va más allá, pues faculta infraccionar a particulares que fumen en espacios libres de humo y usar la fuerza pública si hay negativa.
Sin embargo, a cuatro años de distancia, la norma simplemente no se aplica, en buena medida porque hacen falta inspectores que ayuden a la vigilancia y porque los dueños de negocios interpretan las normas según su entender.