Publimetro Guadalajara

La mexicana que está poniendo en alto las curvas latinas DANY ROCCHI

El movimiento body positive está cobrando más fuerza que nunca. Su objetivo es derribar los estereotip­os de belleza que han sido alimentado­s por industrias como la de la moda y la cosmética. Quiere mostrar a mujeres con imperfecci­ones, con cuerpos que no

- ANDREA SÁNCHEZ nuevamujer.com

Desde hace un par de años las mujeres con cuerpos que no son 90- 60-90 se han apoderado de las pasarelas. Diseñadore­s internacio­nales se han encargado de mostrar que sí son capaces de vestir a personas que no cumplen con los estereotip­os impuestos.

El New York Fashion Week fue el evento perfecto para que iniciaran las protestas. Khrystyna Stoloka comenzó un proyecto denominado The Real Catwalk, como respuesta a los desfiles en los que las mujeres muy delgadas eran las protagonis­tas.

Milán sigue el ejemplo

— Tomando como inspiració­n el movimiento gestado en Nueva York, la modelo italiana, Laura Brioschi, decidió lanzar una pasarela en la Piazza Duomo de Milán, ahí varias mujeres buscaron inspirar y mostrarse sin prejuicios. Una de las participan­tes fue Dany Rocchi, la única latina en participar en este evento.

En entrevista para Nueva Mujer, Dany Rocchi habló sobre su paso por Milán y su lucha por abrirse paso en el mundo de las modelos curvy.

¿Cómo cambió tu vida al formar parte de este evento de mujeres curvy?

— En México yo siempre me sentí como la mujer ‘grandota’, la mujer curveada, como la diferente. Ahora que formé parte de este evento, me hizo sentir como si hubiera encontrado a lo que llamo ‘las de mi especie’.

Me cambió esa percepción que tenemos en la sociedad. Los estereotip­os de belleza y sociales, lo que rige la vida. Cuando sales de eso te das cuenta que todo es completame­nte diferente. Yo ahí era una de la más bajas y delgadas y me preguntaba cómo en México yo era considerad­a de las más ‘grandotas’.

Usamos lo que más se ha juzgado, tu cuerpo, tu raza, tu cabello. La sociedad siempre te señala por cómo te ves. Es una manera de usar el cuerpo para hacer una burla, si me criticas el cuerpo yo lo uso para protestar.

¿Cómo fue tu experienci­a en México respecto a lo que vives en Europa?

— Yo pensé que en Europa eran más abiertos que en Latinoamér­ica. Juré que en Italia y Francia iba a haber proyectos con tallas extra y ambas son culturas que siguen siendo cerradas en ese aspecto. En Italia puedes ser modelo curvy, pero sólo si tienes ciertas medidas y éstas no pueden superar la talla 42, a partir de esa talla ya no puedes ser modelo plus size.

En México sí hay muchos proyectos y siento que la sociedad lo está pidiendo mucho. Lo que yo percibo en México, en Latinoamér­ica y Estados Unidos es que hay una confusión entre lo que es ser modelo plus size y padecer obesidad, entre estar saludable y no. Puedo entender que a muchas marcas les cuesta trabajo definir qué mujer puede representa­r su marca. Siento que está habiendo esta confusión, si eres gorda entonces ya puedes ser modelo plus size y creo que hay que tener cuidado con eso.

¿Ser plus size no es una apología a la obesidad?

— Una de las críticas más polémicas a las modelos de talla grande es que contribuye­n a fomentar y normalizar la obesidad, enfermedad que cobra la vida de miles de personas. El aumento de peso está relacionad­o con enfermedad­es cardiovasc­ulares y diabetes por mencionar algunas.

Para Dany, no hay que confundir estos dos términos y fue muy contundent­e al asegurar que no por ser plus size justifica el aumento de peso y las consecuenc­ias que tiene en la salud.

¿Qué opinas de las críticas al movimiento por fomentar la obesidad?

— Hay que reconocer nuestro cuerpo y tratarlo como se debe, pero estar en un peso saludable y buscar un cambio que sea bueno para ti. Creo que hay que tener cuidado con eso y buscar siempre una línea de la salud.

En mi caso, ser modelo curvy ha sido la consecuenc­ia de un proceso de sanación. Tengo completame­nte entendido que mi trauma era sentir esta diferencia física en mi crecimient­o. Era la hermana más alta, la prima más alta. Llegué a Italia y lo primero que vi fue mujeres más altas que yo, mujeres con unas piernas y estructura­s más grandes, ¿por qué me hicieron creer que yo era la diferente? Me encantó ver mujeres seguras, mujeres que defienden sus cuerpos.

Ser una modelo curvy no tienen nada qué ver con aceptar la obesidad. Lo importante es reconocern­os, aceptarnos y entender que si hay que cambiar algo lo vas a hacer porque quieres vivir sin tener que ir al doctor, sin tener que sufrir, si quieres disfrutar de una galleta, puedas comértela con gusto.

“No puede haber amor propio si estás lastimando tu cuerpo. El amor no es sólo aceptar sino también estar dispuesto a cambiar”.

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