Se incrementa el número de conductores que caen en la Curva
A cinco años del arranque del programa Salvando Vidas, aumentó el número de personas sancionadas por conducir bajo los efectos del alcohol. Desde 2013 se han aplicado 1.7 millones de pruebas de alcoholimetría.
El programa de pruebas de alcoholimetría Salvando Vidas cumplió esta semana cinco años de haber iniciado, lapso en el que logró reducir el número de muertes y heridos en accidentes provocados por el consumo de bebidas embriagantes; sin embargo, este año aumentó el promedio mensual de personas sancionadas económicamente o que terminaron en el Centro Urbano de Retención por Alcoholimetría (Curva).
Según estadísticas de la Secretaría de Movilidad (Semov), en 2013 —el programa sólo operó en noviembre y diciembre— el promedio mensual de personas retenidas fue de 181; durante 2014 fueron 326 retenidos mensualmente; para 2015, 400; en 2016, 378; en 2017, 362; y para este año, hasta el mes de octubre, el promedio mensual de retenidos asciende a 430.
En el caso de las personas que recibieron sanción económica, en 2013 fueron en promedio 68 al mes; al año siguiente 180 mensuales; para 2015, 251; en 2016, 247; en 2017, 227; y para 2018 son 280 multados.
Esta situación se da a pesar de que ha habido una reducción en la presencia de puestos de revisión en la metrópoli y de que algunos días sólo se ponen dos retenes en la ciudad, aunque al inicio del programa llegaron a operar hasta cinco módulos simultáneos.
Las mismas estadísticas de la Semov señalan que desde que inició el programa se han aplicado un millón 696 mil 685 pruebas, de las cuales 36 mil 038 han dado positivas; es decir apenas 2.12% de los exámenes.
El programa ha permitido reducir el número de muertes por alcohol en accidentes viales; pasaron de 279 en 2013 a sólo 15 hasta septiembre de 2018.
“Sí se percibe un relajamiento
1.7 millones de pruebas de alcoholimetría se han aplicado desde que comenzó a aplicarse el programa, el 15 de noviembre de 2013.
comparado con hace unos años. Es necesario reforzar el operativo porque sí se aprecia que la gente le perdió el miedo. Se redujo el número de cuentas de redes sociales que avisaban dónde se encuentran los operativos, pero la gente sigue bebiendo a pesar que sabe que va a manejar y eso es grave, porque no se ha logrado permear al tema cultural” señaló Mane Mejía, activista del consumo responsable de alcohol.
Mejía mencionó que la autoridad debería buscar mecanismos para las alertas que se emiten en plataformas de movilidad como Waze.