EL DINERO Y EL ORDEN
Probablemente no encuentre conexión entre el orden, la limpieza, la impecabilidad y su situación financiera o de trabajo pero, aunque usted no lo crea, estos aspectos están directamente conectados. Absolutamente todo lo que hacemos en el mundo físico genera un código de comunicación con el Universo, con la mente universal o la inteligencia superior.
El orden de nuestra casa, que es el recinto en donde guardamos lo más sagrado, está íntimamente relacionado con la proyección que tenemos hacia el exterior. La Ley de Correspondencia, descrita desde el antiguo Egipto por el filósofo y sabio Hermes Trismegisto, es una ley universal que explica la relación entre lo de adentro y lo de afuera, lo de arriba y lo de abajo o, en términos de geometría sagrada, el giro rítmico de los campos electromagnéticos de todo cuanto existe en la materia. En realidad, usted nunca deja su casa, sus pertenencias o sus creaciones, sino que las lleva dentro. Por lo tanto, las habitaciones en desorden, los trastes sucios por días o los espacios malolientes, aunque sólo usted los vea, son un freno en su energía. Puede generar el dinero que quiera, pero muy probablemente este le rendirá menos o terminará en los gastos inadecuados.
¿Cómo es que funciona? El dinero bien ganado mantiene una energía de alta frecuencia, ya que, al haber sido obtenido a la buena, seguramente hizo feliz el momento de muchas personas, incluido usted. Al ser parte de sus manifestaciones, esta generación económica encajará o no con la frecuencia de sus espacios vitales, haciéndola más expansiva o reduciéndola al grado de anularse. Lo mismo sucede con su cuidado personal; si usted procura su aseo, está atento de no tener hoyos en los calcetines, se sabe combinar y presentarse para la ocasión, independientemente de lo que las demás personas piensen de usted, su estampa armoniosa y cuidada generará una determinada frecuencia y ésta, por la Ley de Correspondencia, afectará todo en su proyección externa, incluida la manera en la que le rinde el dinero. Todo siempre se corresponde y es muy raro encontrar que los espacios de quienes optan por ganar dinero a la mala, sean lugares armónicos, bellos o elegantes.
En sentido contrario, si el dinero que gana no es aplicado para sentirse y verse mejor, para regalar una imagen suculenta en su entorno y para hacer del sitio que habita una pequeña atmósfera agradable en la Tierra, algo estará fallando en la fórmula. Por eso el Feng Shui se volvió tan popular, pues se basa en esta ley inquebrantable que sí funciona.
Obviamente, y justo por el rigor de esta ley, no es sólo remodelando su casa que va a generar la prosperidad que sueña. Todo se corresponde, y entre más coherencia genere entre lo interno y lo externo, más rápidas, ágiles, fluidas y expansivas serán sus finanzas, y éstas, a su vez, servirán para expandir lo mejor y más luminoso que hay en usted.