¿QUÉ SE JUEGA EL MUNDO EN LA COP25 DE SANTIAGO DE CHILE?
Informes recién publicados por la comunidad científica dimensionan la magnitud de los efectos del calentamiento del planeta y son insumos esenciales para la cumbre mundial que se realizará en Santiago de Chile entre el 2 y 13 de diciembre próximo
La gran meta que el mundo se ha puesto para la cumbre que reunirá a líderes y científicos de 197 naciones durante 11 días de diciembre, en el Parque Cerrillos de Santiago, consiste en que la temperatura del planeta no suba más allá de 2 grados centígrados.
Este evento será crucial para amarrar los cabos sueltos antes de la puesta en marcha del nuevo pacto global contra el Cambio Climático.
El informe Unidos por la Ciencia ratifica que la temperatura promedio del planeta ya ha aumentado 1.1 °C desde los tiempos preindustriales y las consecuencias se están sintiendo antes –y con más fuerza– de lo previsto.
El reporte concluye que estamos viviendo los cinco años más calurosos de los que se tiene registro. La temperatura promedio global entre 2015 y 2019 es 0.2 °C más alta que en el periodo 2011-2015. Las olas de calor han sido más letales, han afectado a todos los continentes, con una duración de 0.37 días más por evento. En el verano de 2019, en el hemisferio norte se registraron incendios sin precedentes en la región del Ártico: sólo en junio, la quema de bosques en esa zona del planeta emitió 50 megatoneladas de carbono a la atmósfera. Esto es más que todos los incendios juntos en esa región entre 2010 y 2018.
También hubo ciclones devastadores, responsables de las mayores pérdidas económicas mundiales. La temporada de 2018 fue especialmente activa, con el mayor número de tormentas tropicales de todos los años en el siglo XXI. La temporada de huracanes de 2017 en el Atlántico fue una de las más devastadoras de la historia, con más de 125 mil millones en pérdidas asociadas sólo con el huracán Harvey. Ciclones tropicales consecutivos sin precedentes del océano Índico golpearon a Mozambique en marzo y abril de 2019.
Pero esto no es todo; según la FAO, las situaciones climáticas extremas se encuentran entre los principales impulsores de los recientes aumentos del hambre a nivel mundial, después de una disminución por varios años. El informe Unidos por la Ciencia concluye que el número de personas desnutridas en el mundo aumentó de 785.4 millones en 2015 a 821.6 millones en 2018.
Urgen transformaciones socioeconómicas profundas en sectores clave, como la energía y el uso de la tierra, dice el reporte. El llamado de la comunidad científica es, incluso, a ser más ambiciosos para evitar que el alza de temperatura media del planeta no supere los 1.5 °C. Pero no es fácil. Limitar el alza de la temperatura requiere disminuir drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero.
Para que se entienda mejor: el efecto invernadero es un proceso natural. La radiación solar que atraviesa la atmósfera
calienta la superficie terrestre y ésta la refleja (o devuelve) al espacio exterior. Los gases de efecto invernadero atrapan parte de la radiación reflejada y la retienen dentro de la atmósfera, calentándola. Retener parte de este calor dentro de la atmósfera es crucial para que el planeta mantenga una temperatura promedio global en torno a los 17° C, que permite la vida tal como la conocemos. Pero cuando la concentración de CO2 aumenta demasiado, debido a un alza desmedida en las emisiones y a que puede tardar varios cientos de años en desaparecer naturalmente, se transforma en un tapón que retiene más calor del necesario, elevando la temperatura.
Eso es lo que ha ocurrido desde inicios de la Revolución Industrial. La concentración de gases de efecto invernadero ha aumentado a tal nivel que los registros actuales no tienen precedentes en los últimos tres millones de años, pudiendo superar las 410 ppm de CO2 a fines de 2019. ¿Qué significa eso? Que por cada millón de gases de todo tipo presentes en la atmósfera, 410 son de dióxido de carbono, una cifra que marca la urgencia con la que deben tomarse las decisiones.
La meta de reducir las emisiones en 45% para 2030 respecto de 2010 ya no es tan factible. En 2018, alcanzaron nuevo máximo, con 37 mil millones de toneladas de CO2 lanzadas a la atmósfera, y las proyecciones indican que seguirán creciendo más allá de 2030. Por lo mismo, el análisis científico concluye que los actuales compromisos de los gobiernos de bajar sus emisiones no serán suficientes. La ambición de los países debe triplicarse para alcanzar la meta de que la temperatura no suba más de 2 °C. Y, si se quiere que el alza no supere 1.5 °C, los esfuerzos deben quintuplicarse. Porque, si sólo se cumplen los actuales compromisos incondicionales, el aumento de la temperatura media mundial sería de entre 2.9 °C y 3.4 °C en 2100 respecto de los niveles preindustriales.
Chile es el primer país en vías de desarrollo en proponer por ley la carbono neutralidad al 2050
Éste es el primero de una serie de artículos semanales que
Publimetro y la COP 25 publicarán en conjunto antes de la cumbre mundial de cambio climático.