#POLÍTICA CONFIDENCIAL

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Eduardo Medina Mora tenía otro destino: el desafuero. Los planes en contra del ex ministro de la SCJN iban en serio desde hace unos meses. Pero el objetivo era desaforarlo ante las irregularidades, muy sólidas, de millonarios ingresos del ex director del Cisen. Pero algo modificó la ruta trazada.

Jorge Mario Pardo Rebolledo, Luis María Aguilar

y Medina Mora eran los tres ministros que no gozan de las simpatías en la 4T. Eso era un secreto a voces en el Poder Judicial, incluso desde antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumiera el poder el pasado 1 de diciembre. De hecho, sobre quien también hay sospechas de presuntas anomalías es de Aguilar.

López Obrador difundió una foto con un bat al hombro. Mientras la presidencia de México confirmaba la aceptación

de la renuncia de Medina Mora a la Corte, el tabasqueño informaba en sus redes sociales sobre beisbol. Lo ocurrido es un cisma en el Poder Judicial. Y muchos especialistas ven que ahora López Obrador tiene la oportunidad de colocar una pieza más dentro de los 11 ministros, que haga contrapeso en la toma de decisiones. ¿Macaneando a más de 300, presidente?

Santiago Nieto confirmó el 18 de junio pasado que se investigaba a Medina Mora. Antes, el periodista Salvador García Soto detalló en su columna de El Universal el flujo sospechoso a cuentas del casi ex ministro. El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP ha presentado ya la denuncia ante la Fiscalía General de la República y, hasta donde se sabe, la consignación es un hecho.