Bioplásticos en pro del ambiente
Cuando vamos al mercado, a la panadería o compramos algunos productos, por lo general usamos plástico ya sea para empacarlos o transportarlos. Este material contamina el planeta por eso es importante buscar nuevas alternativas
Investigadores del Instituto de Biotecnología ( IBt) de la UNAM crearon bioplásticos microbianos a partir de polímeros hechos con Azotobacter, una bacteria que habita en el suelo. Estos bioplásticos pueden ser utilizados en las áreas de alimentos, farmacéutica y química; además son totalmente degradables, pues se integran rápidamente al suelo.
Envases desechables como vasos, platos, bolsas, así como dispositivos elec- trónicos son algunos de los objetos que pueden generarse con los bioplásticos. También existe la propuesta de fabricar autopartes como defensas, facias, tableros entre otros.
Carlos Peña Malacara, académico del IBt, explicó que entre otras aplicaciones médicas, el material permite construir prótesis, además los bioplásticos son útiles en el desarrollo de tejidos y válvulas cardíacas. Asimismo, pueden utilizarse en prótesis para cadera, hueso e incluso, injertos para paladar hendido. Para lograrlo se llevó a cabo todo un proceso de investigación en torno a estos usos.
“La idea es ir sustituyendo poco a poco los materiales plásticos que actualmente se utilizan por los plásticos biodegradables, lo que implica un costo mucho menor para el medio ambiente”, aseveró.
La bacteria E. Coli, destacó, también puede emplearse para este tipo de aplicaciones, aunque no produce de manera natural el bioplástico. Mediante ingeniería genética es posible insertarle genes para que tenga la capacidad de sintetizarlo.
Mencionó que esto es posible porque una célula bacteriana es como una fábrica para elaborar diversos productos de interés comercial como plásticos, geles, hormonas, vitaminas, antibióticos, entre otros. Todo ello va surgiendo a partir de los conocimientos que se tengan de esa célula.
Lo que se busca es disminuir el uso de materiales de plástico convencionales a cambio de polímeros amigables con el ambiente, por ejemplo, eliminar las bolsas de plástico del súper mercado y otros desechables.
Finalmente, el especialista resaltó que mientras un plástico común tarda décadas en degradarse, los biopolímeros en unas semanas están totalmente incorporados al suelo.