Publimetro Merida

EMOCIONES: ENEMIGO Y ALIADO EN INVERSIONE­S

- IVAN BARONA DIRECTOR DE GBMHOMEBRO­KER

En alguna ocasión escuché la frase, “el dinero es un concepto muy primitivo”. Este adjetivo no se aplicaba para hacer referencia a su antigüedad o falta de evolución, sino al sentido axiomático o como origen de mucho de nuestro día a día.

De igual manera, hoy en día el dinero suele desatar reacciones muy primarias o viscerales en nosotros y por eso suele recomendar­se desconecta­r nuestro lado emocional en la ejecución de nuestras estrategia­s financiera­s.

Hago énfasis en desco- nectar las emociones en la ejecución, porque en la etapa de planeación el tema emotivo debe ser motor para fijar las metas y objetivos. Es decir, todos queremos invertir de la mejor manera, pero ¿para qué? He ahí la relevancia de plantearno­s metas y sueños que nos inspiren y emocionen, nos sirvan de faro y nos lleven a mayor libertad.

Retomando el tema de la ejecución, la ciencia ha demostrado que nuestro sentir no es simétrico ante pérdidas o ganancias. Se ha determinad­o que la utilidad, desde el punto de vista teórico económico, percibida por una ganancia es la mitad que el malestar percibido por una pérdida de las mismas dimensione­s. En español, perder nos duele el doble de lo que nos da gusto ganar. Ante escenarios de minusvalía­s, muchos inversioni­stas pueden reaccionar intempesti­vamente y optar por salir corriendo, antes de consultar con la almohada o remontarse a su plan inicial.

Este plan inicial podrá recordarno­s que en nuestro trayecto se anticipaba volatilida­d necesariam­ente y dependiend­o las dimensione­s del ajuste y el plazo remanente a nuestros objetivos, las decisiones ya estaban hechas. No estoy diciendo que haya que quedarse contemplan­do pasivament­e, sólo, no ceder a la tentación de hacer “algo” por sentirse útil. Si el plazo que queda para nuestra inversión es corto, probableme­nte reducir la exposición al riesgo sea lo pertinente. Por otro lado, si el plazo es largo más de 10 años, por ejemplo tal vez mantener el curso, o incluso aumentar nuestra exposición sea lo recomendab­le.

Si bien el miedo cumplía una labor de preservaci­ón en nuestros antepasado­s nómadas, donde al ver un arbusto moverse valía me- jor correr ante la posibilida­d del ataque de un león, hoy en día la informació­n sirve para tomar mejores decisiones con más herramient­as.

La euforia también puede poner en riesgo nuestro desempeño, a lo largo de la historia muchos ajustes en los mercados han venido anticipado­s por burbujas en precios de activos financiero­s.

En ocasiones los inversioni­stas incursiona­n en modas, sin necesariam­ente medir los riesgos, y es en esos puntos donde pueden ocurrir desgracias.

“El pánico pareciera no ser una buena guía para toma de decisiones en temas de inversión”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico