Energía eólica, recurso inagotable
Las energías renovables, provenientes de la naturaleza, son inagotables y contribuyen a cuidar el medio ambiente. Una de ellas es la energía eólica que ya se está implementando en diversas partes del mundo, incluyendo nuestro país
Desde que surgieron las primeras turbinas eólicas, a finales del siglo XIX, a la actualidad, los cambios en este tipo de tecnología han sido considerables, sobre todo en su capacidad y eficiencia. Hoy la energía eólica es una realidad en varios países y es considerada una de las energías renovables que no tiene un impacto ambiental.
De la energía que irradia el Sol hacia la Tierra, sólo 1% se convierte en energía eólica. La energía solar que llega a nuestro planeta genera un calentamiento desigual en distintas partes como el ecuador, las diferentes latitudes y los polos. En consecuencia circulan grandes masas de aire, cuya fuerza y presión dependen de su localización en el hemisferio y de la rotación de la Tierra, entre otros factores.
Pero, ¿cómo medir la calidad y cantidad del viento en un lugar? Las estaciones anemométricas, equipadas con anemómetros y veletas, son las encargadas de obtener los datos necesarios para la medición del viento.
El doctor César Ángeles Camacho, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, explicó que el objetivo de estas mediciones es evaluar el recurso eólico y determinar las zonas con mayor cantidad de viento que puede ser aprovechable para la generación de energía eléctrica.
Asimismo, otros factores para conocer la disponibilidad, calidad y cantidad de recurso eólico, son: identificar cuál es la variación de la velocidad del viento respecto a la altura que fue medido, así como las características geográficas del sitio de estudio.
Una vez que se tienen las mediciones del recurso eólico, se determina la zona en donde podrán colocarse las turbinas eólicas, ya sea sobre tierra firme o en mar abierto. A estas instalaciones se les conoce como granja eólica.
Las turbinas eólicas extraen la energía del viento y, a su vez, hacen girar un generador que produce la electricidad. Posteriormente esta debe ser inyectada a una red eléctrica que, apoyada de transformadores, convierte la electricidad en alta tensión y, de esta manera, se transmite a grandes distancias para que pueda ser utilizada.