Volvo XC60 R-Design 2018: ¡cambió el martillo por el relámpago!
Volvo XC60 R-Design es básicamente el vehículo más dinámico de la serie. Sus modificaciones, tanto estéticas como mecánicas, lo erigen como un verdadero devorador de caminos, pero sin escatimar espacio, seguridad y diversión para cinco pasajeros
Este fin de semana tuvimos oportunidad de llevarlo en caminos urbanos, carretera e incluso bajo la lluvia. La respuesta y aplomo se sintió en todo momento, así como el buen ensamble y cada uno de los detalles orientados a brindar una grata experiencia de conducción.
Respecto a la generación anterior, se enfocaron en construir un crossover de increíbles prestaciones, mejorando en todos los sentidos. Es más largo, más ancho y más ligero y, en este caso, la suspensión y dirección ha sido ajustada para brindar mayor deportividad.
Montado sobre la plataforma modular escalable, denominada SPA, equipa un bloque de dos litros, cuatro cilindros turbo-supercargado que libera 320 hp y 400 Nm de torque a las 4 ruedas. La transmisión es automática de ocho relaciones y presenta modo semi-manual accionado desde los paddle shifters al volante.
En cuanto al diseño, este vehículo goza de toques deportivos muy bien pensados. En este sentido las carcasas de los espejos laterales lucen un color plata distintivo de R-Design. Los asientos también se ofrecen en dos combinaciones de piel (nubuck y napa), mientras que las maderas han sido reemplazadas por aluminios de alta factura. En cuanto al perfil, los rines crecen hasta las 21 pulgadas y son diseñados de manera mucho más sport, novecientos pesos: precio de la versión probada pero hay que tener cuidado con los baches citadinos.
Presume “básicos” de diseño que se centran en la parrilla y cuadros ópticos LED Thor Hammer Headlights. Mientras que la caída en la parte trasera refuerza la estructura de los hombros para mirarse fuerte y poderoso en todo momento.
En cuestión de seguridad incorpora asistencias al conductor para evitar el abandono de carril y ayudar a regresar al conductor, incluso cuando un vehículo es detectado en el punto ciego. Posee nivel 2 de conducción autónoma, por lo que el control de crucero es una delicia y se puede manejar prácticamente sólo hasta los 130 km/h en caminos bien delineados. Finalmente, destacamos el excepcional sistema de sonido Bowers & Wilkins, que replica la acústica de la sala de conciertos de Gotemburgo.