DESPUÉS DEL #19S
El país se volcó en una generosidad casi increíble, como hace años que no se veía en ese instinto colectivo de supervivencia. A dos semanas de la tragedia, entre los escombros, todavía hay voces, cuerpos, familias completas esperando el futuro incierto.
Porque aunque la ayuda humanitaria va y viene, las promesas gubernamentales o el involucramiento de la sociedad civil, está claro que esto nos tomó “por sorpresa”.
Pocos han sabido qué y cómo hacer para atender la emergencia, por lo tanto, lo que se espera en los días siguientes es salir de otro colapso llamado “la reconstrucción”.
Ese es el reto más grande que el primero, al cual de no haber sido por esos ciudadanos que se lanzaron a las calles a ayudar en lo que fuera, estaríamos contando otra historia.
Pero lo otro, la restauración de lo que estas comunidades en Puebla, Ciudad de México, Oaxaca, Chiapas y Morelos han perdido van más allá de sólo construir viviendas.
Llegan con cuestionamientos para replantear cómo vivimos, con qué infraestructura contamos, así como la calidad de la misma, las reglamentaciones de la construcción, los intereses de diversos grupos, las decisiones que en lo macro y lo micro tendrán que vincular a muchos protagonistas, la resistencia emocional que se requiere para, socialmente, estar preparado ante lo inminente.
Porque no es nada más pensar en las personas que hoy, lamentablemente, no tienen un lugar para vivir porque perdieron todo o casi todo. Es la economía de esos barrios afectados que dependían de sus negocios, o de las zonas turísticas o del patrimonio histórico.
Es decir, no ha terminado esto. Ha comenzado en la búsqueda de respuestas, que eleva el grado de complejidad de lo que estamos imaginando.
No sólo para pensar en eso, sino en el escenario que también pone en riesgo al resto de las condiciones en la que estamos los habitantes de este país, siendo testigos de cómo la incapacidad se apodera de las instituciones una vez que la corrupción y/o la impunidad nos hacen presa de trágicas consecuencias.
Después del #19S hay que quedarnos con lo más valioso, a pesar de la incertidumbre, con toda esa gente que sigue con el corazón dispuesto a cambiar a México en todas y cada una de sus dimensiones porque existe un “después” en el que seguro nos volveremos a necesitar para confrontar colectivamente lo urgente como lo importante.
“Después del #19S hay que quedarnos con lo más valioso, a pesar de la incertidumbre, con toda esa gente que sigue con el corazón dispuesto a cambiar a México en todas y cada una de sus dimensiones”