LA FORMA DEL AGUA ARRASA; VA POR TRECE ESTATUILLAS
La reciente cinta del director mexicano recibió 13 nominaciones a los premios de la Academia, entre ellos, Mejor guión original, Mejor dirección y Mejor película
El éxito de La forma del agua de Guillermo del Toro se preveía cuando en 2017 obtuvo el León de Oro, por Mejor película en el Festival de Venecia. Después de éste vinieron muchos más, entre ellos, Mejor director y Mejor música original en los pasados Globos de Oro, o bien, el Darryl F. Zanuck como Mejor película del año, en la reciente entrega de premios del Sindicato de Productores de Estados Unidos (PGA).
Del Toro también ganó como Mejor director por el mismo filme en los reconocimientos de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA); así como Mejor
película y Mejor Director en los Critics’ Choice Awards 2018, conquistando así la temporada de premios 2018 que finalizará el 4 de marzo con la entrega de los Óscar.
La cinta obtuvo también 12 nominaciones a los premios Bafta, que se entregarán el próximo 18 de febrero.
Histórico
La forma del agua lideró las postulaciones del Óscar de este año, se quedó a una candidatura del récord de 14 nominaciones que comparten Titanic, La La Land y Eva al desnudo.
Ante las nominaciones, éstas fueron las palabras del mexicano: “Es un gran honor y una gran alegría el estar aquí con una película que es fiel a mis convicciones y a las imágenes que amo desde la infancia. Agradezco a la academia y a mis colegas de profesión su amable disposición hacia La forma del agua. Comparto estas nominaciones con todos los jóvenes cineastas en México y Latinoamérica que tienen sus esperanzas puestas en el quehacer cinematográfico y en la historia íntima de su imaginación”.
Proceso creativo
Hace unos días, Del Toro dijo a Publimetro que para crear La forma del agua pasó por una especie de maduración como cineasta. “Viví un ch... de cosas [risas]. Muchos fracasos y horas de reflexión. Después de hacer La cumbre escarlata en 2015, entré en una etapa complicada, a la que yo podría llamarle fracaso. Hubo muchos momentos de duda, pero siempre he creído que si no te deprimes, no estás pensando, es un ciclo necesario; es decir, bajar o caerte para volver a subir, fue un momento difícil pero eso me llevó a una etapa muy creativa y La forma del
agua, es parte de ese redescubrimiento, y otros 20 guiones que siguen pendientes”, destacó.
Realizar esta cinta le tomó varios años, pues quería reflejar su obsesión con los anfibios con un exquisito toque de color. Además de que se tuvo que adaptar al presupuesto de 19.4 millones de dólares.
“Me tomó seis años terminarlo, porque quería una película de monstruos. Tenía una obsesión con los anfibios, quería una especie de peces oscuros con un toque de color. Debo confesar que hay algunos elementos de la historia de La Bella y la Bestia, en la cual la bestia se convierte en príncipe, es como una historia de amor, pero rara”, sentenció.
Y recalcó, “para mí, esos personajes tan imperfectos son únicos, que no pueden mentir. Mis monstruos no son de traje y corbata, son criaturas con una intención en particular. Estoy enamorado de los monstruos desde niño, son mi forma de enfrentar al mundo y quienes me alentaron a seguir en esta carrera”.