¡ES I&D, EMPRENDEDOR!
Hubo un tiempo en que el hijo flojo de una familia podía darse el lujo de ser rescatado cuando sus padres lo convirtieran en emprendedor. No había que ser el mejor estudiante. Bastaría con esperar que sus padres sintieran lástima y le pusieran un negocio. La Semana Nacional del Emprendedor 2018, celebrada la semana pasada, mandó el importante mensaje de que innovación y desarrollo son las nuevas palabras del mundo de los negocios, bien por ellos.
Prácticamente no hubo conferencia magistral en la Semana Nacional del Emprendedor 2018, desarrollada del 10 al 14 de septiembre en el Centro Citibanamex, Ciudad de México, que no haya puesto en el corazón del lenguaje de los emprendedores, a la ciencia y la tecnología. Internet de las cosas, big data, ciencia de datos, tecnologías del futuro, inteligencia artificial, tecnología creativa, block
chain, criptomonedas, fueron algunos de los temas de las conferencias magistrales.
Más de 500 conferencistas recibieron a los miles de emprendedores que se dieron cita en el Centro Citibanamex. Una conferencia especialmente interesante fue la de Deborah Berebichez, la primera mujer mexicana en haber obtenido un doctorado en Física en la Universidad Stanford. Deborah conversó acerca del Internet de las Cosas, y cómo la idea de conectar objetos inteligentes está revolucionando el mundo de los negocios.
Deborah es una empresaria de big data en Estados Unidos. A Deborah le costó crecer. Interesada en la ciencia desde niña, estuvo a punto de dejarla porque el entorno en México suele desmotivar a las mujeres que piensen en ese camino. Después de muchos esfuerzos, terminó la carrera en Física en la Universidad Brandais y el doctorado en Stanford. Su historia es emotiva, y será un ejemplo para niñas que decidan hacer mucho con sus vidas.
El mundo de los negocios se encuentra en un periodo donde la innovación y la experimentación son constantes. Hay más de un trillón de cosas conectadas actualmente, en un número que crece diariamente.
Salud y Negocios
Este martes apareció un desplegado del “Comité de expertos académicos del etiquetado frontal de alimentos…”, solicitando que el TLCAN o Tratado ACME respete el etiquetado de calorías, azúcares, grasas y sodio en alimentos y bebidas que se comercializan y producen en Canadá, Estados Unidos y México. No hacerlo castigará a empresas que se preocupan por ser mejores. Más importante, lastimará la salud de los norteamericanos, especialmente la de los mexicanos.