Critican descontrol que arrastran los reclusorios
Durante una revisión extraordinaria en el Centro de Internamiento para Menores, ubicado en el municipio de Escobedo, personal de custodia fue agredido por los internos, por lo que tuvo que intervenir la Fuerza Civil. Legisladores y activistas señalaron qu
Legisladores locales y activistas por la defensa de los derechos humanos coincidieron en afirmar que los brotes de violencia que se presentan, tanto en los penales del estado como en el Centro de Internamiento y Adaptación de Menores Infractores, son consecuencia del rezago e irregularidades que se viven en estos centros desde hace años.
Por su parte, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León (CEDHNL) solicitó a la Secretaría de Seguridad Pública adoptar medidas inmediatas para erradicar los riesgos a la integridad personal de los internos.
La mañana de este miércoles, disturbios en el tutelar para menores alertaron a las autoridades y provocaron una intensa movilización de cuerpos policiacos como Fuerza Civil, Fuerza Interinstitucional y agentes ministeriales.
Los internos quemaron colchones y provocaron una densa columna de humo que salía del inmueble. Igual que los reos del Penal del Topo Chico lo hicieron la semana pasada, subieron a los techos para manifestarse.
Seguridad Pública confirmó ayer por la noche que los manifestantes arrojaron piedras contra personal de la Fuerza Penitenciaria, por lo que elementos de Fuerza Civil brindaron apoyo para restablecer el orden, con el saldo de 17 detenidos mayores de edad, así como dos menores.
Los detenidos fueron trasladados al CODE de Escobedo para ser puestos a disposición, pero al momento de su salida el camión fue interceptado por familiares en el exterior, quienes agredieron a uniformados, causándole fracturas a dos de ellos, por lo que se aprehendió a otras dos personas.
En relación con los sucesos, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón dijo que la situación estaba controlada y la adjudicó a una revisión que molestó a los jóvenes.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública en el estado, Bernardo González Garza, mencionó que 10 muchachos habían quemado colchones por las revisiones que les molestan y unos cambios en el sistema penitenciario.
Lo cierto es que los episodios violentos en los penales y el centro que atiende a menores infractores se repiten una y otra vez.
Consuelo Bañuelos, responsable de la dirección de Promoción de Paz ABP, sostuvo que la salida fácil de lo que ocurre en estos sitios sería culpar al gobierno estatal.
“Los centros penitenciarios tienen un retraso, pero de años; empezando con el Penal del Topo Chico, que es un edificio de más de 70 años, completamente inadecuado en donde se le han ido sumando zonas, salas, edificios para poderlo adecuar a las nuevas necesidades sociales”, mencionó.
Por su parte, el diputado local por Movimiento Ciudadano, Luis Donaldo Colosio Riojas, destacó que la situación de seguridad en el estado es precaria y que las autoridades están rebasadas.
“Se argumenta que hay una falta presupuestal (...) lo que se necesita realmente es tomar control de los penales”, concluyó Colosio Riojas.