7 DE CADA 10 EMPLEADOS FINGEN QUE TRABAJAN, PERO SE PIERDEN EN OTRAS ACTIVIDADES
Cuatro de cada 10 empresas son víctimas del presentismo laboral, condición en la que los empleados están en el trabajo, pero con la atención en otras actividades
El presentismo laboral –o asistencia de los empleados a los centros laborales, pero sin trabajar– es uno de los peores enemigos de la productividad en las empresas mexicanas, cuyos directivos reconocen que entre 10% y 75% de su plantilla laboral está afectada.
Los estudios más recientes indican que se trata de un fenómeno en donde los empleados toman varios minutos o hasta un par de horas al día para navegar en Internet, atender redes sociales o contestar correos con fines personales.
Otras actividades pueden ser: salir a fumar un cigarrillo, tomar un café, almorzar, salir al cajero automático o establecer reuniones innecesarias o conversaciones triviales, además de llegar tarde o finalizar su jornada antes de tiempo.
Una encuesta de Adecco sobre ausentismo fraudulento y presentismo concluyó que hasta 44% de las compañías detectan dichos problemas, cuyo impacto causa desde interrupción de procesos o tareas, hasta la pérdida de contratos o clientes.
Indicó que seis de cada 10 empresas afectadas aseguran que menos de 10% de su plantilla está afectada por el presentismo laboral, aunque –en casos extremos– 13% de las organizaciones reconocen o declaran que más de 75% de sus colaboradores sufren tal condición.
A su vez, la consultoría tecnológica Aberdeen Group reportó que el presentismo genera una pérdida de productividad empresarial de 11%, en promedio, al año; cuyo costo puede ser más elevado que si las personas no asistieran a trabajar.
La evolución del presentismo laboral
Los primeros reportes sobre el presentismo laboral indicaban que los empleados trabajaban enfermos o afectados por algún problema personal grave, con tal de no perder el trabajo.
La empresa de soluciones tecnológicas Cucorent refirió que en la actualidad el presentismo laboral se da en dos situaciones psicológicas opuestas: cuando el empleado se siente tan seguro en su puesto que dedica tiempo a quehaceres ajenos a sus obligaciones.
Y por otro lado, cuando el trabajador no acaba de sentirse seguro –por contrataciones temporales y/o bajos salarios– y se desvincula emocionalmente de la empresa rellenando este tiempo presencial con tareas diferentes a sus responsabilidades laborales.
Jorge Hernández, CEO de Cucorent, señaló que “la única manera de luchar contra el grave problema del presentismo es controlar la productividad; es decir, la producción real por horas trabajadas”.
Las conductas de presentimo también ocurren a nivel de directivos o altos cargos, así como entre personal con contrato indefinido.