Moody’s recorta, otra vez, pronóstico de crecimiento
La economía de México no pasará de 1.2% en 2019 y hay merma en la confianza de inversionistas, advierte la calificadora
La economía de México sigue desacelerándose y, ante la debilidad que presenta, la calificadora internacional Moody’s recortó –por segunda ocasión en el año– su pronóstico de crecimiento económico del país para 2019, de 1.7% a 1.2% del Producto Interno Bruto (PIB). Al cierre de 2018, la agencia internacional pronosticaba que la economía nacional crecería 2%, pero en febrero advirtió que sólo alcanzaría 1.7% y ahora recortó otras cinco décimas a su proyección anual del PIB.
“Continuamos anticipando un año desafiante para la economía de México y prevemos que el crecimiento se desacelerará a 1.2% en 2019, desde 2% en 2018. Como resultado de esto, los ingresos públicos pueden ser menores a los que el gobierno estima”.
Y ello “requerirá nuevos recortes en el gasto público para mantener la rectitud fiscal, como lo prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador”, advirtió Alejandro Olivo, director gerente asociado de Moody’s.
Con ello, la calificadora internacional se colocó entre las cuatro instituciones financieras con los pronósticos de crecimiento más bajos para la economía mexicana en 2019, donde el Banco de México anticipa un mínimo de 0.8%; Bank of America, 1%, y Banamex, 1.2%.
Lo anterior, como parte de una lista de 15 instituciones financieras que –en conjunto– han recortado más de 20 veces las expectativas de crecimiento del país, lejos del promedio de 4% anual del PIB que prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Merma en confianza
A través de un análisis, Moody’s alertó que las políticas de gobierno que llevaron a la cancelación de Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), todavía afectan el clima de negocios e inversiones.
Señaló que pese a existir interés por financiar los proyectos de infraestructura del país, “el entorno de política impredecible tras la cancelación de NAIM continúa socavando la confianza del mercado y de los inversionistas”.
Advirtió que ante la falta de ingresos que traería el bajo crecimiento de la economía y los objetivos de consolidación fiscal planteados por el gobierno federal, habrá una reducción de la inversión en infraestructura pública.