Fuerza bruta en Nueva Zelanda: Jeep Gladiator
Viajamos al fin del mundo para vivir una aventura todoterreno sobre la pick up mediana de Jeep, en una ruta marcada por lluvias intensas, lagos desbordados, derrumbes y piedras volcánicas
Fuerte, con espíritu invencible, con poder interno, casi imposible de derrocar por su gran preparación; en equipo es más fuerte aún y sólo la naturaleza ha podido definir sus características. Así, tal como los Maori han sobrevivido a tierras extremas, llevamos al Jeep Gladiator para buscar la siguiente ruta al fin del mundo que aún emerge sobre el océano: los lagos del sur de Nueva Zelanda, las tierras entre los altos glaciares, las montañas llenas de cascadas y los campos de pastoreo sumamente fértiles. Precisamente ahí, donde acaban los caminos del mapa conocido, Gladiator nos abrió brecha entre piedras volcánicas, ríos crecidos y lagos desbordados, lluvia intensa y superficies que no nos permitían bajarnos del vehículo.
Al infinito y más allá, pero con Trail Rated
Cuando se habla de Trail Rated, quizá lo consideramos normal, pero en realidad es fruto de una ingeniería específica para cada Jeep creado bajo esa filosofía: desde la rigidez, las entradas de aire al motor, los ángulos de ataque, ventral y salida, hasta las suspensiones, cajas de transferencias y protecciones debajo del auto. Nos quedó claro que este vehículo, que podemos manejar a diario, realmente nos hace sonreír donde ya no hay camino. Justo como los Maori, siempre actuando coordinados, con estrategia y vigilantes, en equipo y apoyándose unos a otros, es como Gladiator nos demostró que el Trail Rated no es marke ing, sino una ingeniería que hace únicos a los mejores sobre el planeta para esta tarea.
Jeep Gladiator
El primer lago desbordado navegando junto a lanchas de motor fuera de borda sonó un poco aventurado, pero adelante nos esperaban cantidad de cruces de ríos con corriente continua. Al cabo de unas horas era cuestión de medir profundidades y, aunque el agua subiera al cofre, el torque y la potencia constante nos mantenía en rumbo.
Los derrumbes y formaciones geológicas requirieron guiar cada vuelta de volante hacia la mejor posición, así como resbalar por los costados del Gladiator rocas gigantes o dejar deslizar la parte ventral del mismo. Gladiator cuenta con su caja de transferencia tanto adelante como atrás, donde se pueden desacoplar sus barras y con lo que el 4x4 se vuelve serio.
Fuerza Maori
Cuando uno convive con algunas personas del grupo Maori, se entienden sus movimientos, la construcción de su fuerza corporal y filosofía en equipo; se entiende por qué la fortaleza desde adentro se proyecta al exterior y se convierte en el grupo. Es así como el equipo de ingeniería de Jeep ha desarrollado esta plataforma capaz, construida con toda la fortaleza para los lugares donde no hay camino y donde el equipo es más fuerte: siempre van a ser más fuertes dos Gladiator fuera de camino que un 4x4 normal. Ahora, imagine la fortaleza de más de quince vehículos buscando aventura en la montaña.
El motor Pentastar V6, de 3.6 litros con 285 caballos y sobre todo en el 4x4 nos da 260 libras pie de torque, resultó ser la fuerza interna que lleva el poder de Jeep a la llanta que lo necesita, con cajas reductoras que permiten tracción trasera, tracción a las cuatro ruedas High o Low y con fácil accionamiento que permite atacar el camino con planeación, tomando el tiempo para la estrategia y no en tener que luchar contra la caja de transferencia. Con un gran ángulo de visión hacia todo el vehículo, cámaras frontales y traseras, sistemas de asistencia en seguridad –más de 80– y unas grandes llantas capaces de trepar, los movimientos son certeros. De un único trayecto se puede cruzar lo que parece imposible o simplemente estacionarlo en un lugar normal de plaza comercial.
¡Un gladiador del todoterreno!