Médicos mexicanos olvidan su dolor y depresión ante el Covid
"Me da tristeza ver mi rostro marcado por el EPP. Las personas me miran con horror y para otras soy objeto de burla. No reconocen nuestra labor como terapeutas respiratorios" Gabriela Mancilla Técnico en terapia respiratoria de Hospital General de Zona / Área de inhaloterapia
"Aquí en la unidad se vive un estrés enorme al ver que en muchas ocasiones no alcanzas a salvar a tus pacientes por el deterioro tan enorme, y al mismo tiempo, al tratar a los pacientes con Covid" Irina Donato Terapeuta respiratorio del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Testimonios. Más de 30 médicos y enfermeras lucen sus rostros y las marcas que les ha dejado el uso de mascarillas, gafas y caretas
Héroes. Pese a la alta probabilidad de contagio, los especialistas de la salud acuden diario a los nosocomios, clínicas y consulta para enfrentar el Covid-19
Médicos y enfermeras de México –y el mundo– tienen que soportar hasta 15 horas continuas con cubrebocas N95, además de gafas protectoras, caretas y un equipo especial de protección que cargan en todo el cuerpo con el único objetivo de evitar contagios de Covid-19 en los hospitales en los que laboran.
Son las huellas de dolor que distinguen a decenas de miles de médicos y enfermeras en todo el país que portan estas mascarillas que aprietan con fuerza sus pómulos y tabique nasal, a tal grado de dejarles heridas en su rostro y frente.
Ellos han tenido que acostumbrarse a usar –sí o sí– este tipo de medidas sanitarias ante el aumento de pacientes que siguen dando positivo al nuevo coronavirus.
Por separado, más de 30 trabajadores del sector médico – público y privado– aseguraron a Publimetro que el uso de cubrebocas por varias horas los ahoga, agobia e incluso los hace sentir una ansiedad tan grande que los ha llevado a experimentar cuadros depresivos.
Esto se suma a efectos secundarios que dejan los rostros enrojecidos y erupciones de acné por la extensa utilización de estos materiales. Incluso presentan lesiones en ojos y labios debido a la resequedad provocada por las jornadas de trabajo dobles.
“El cuerpo no transpira por el equipo que se usa y se alcanza una temperatura de hasta 50 grados y todo lo que conlleva psicológicamente”.
Pese a ello, estos héroes de la salud reconocen que su premisa es una: salvar las vidas de las personas que se encuentran internadas a causa de la pandemia que ha cobrado la vida de más de un cuarto de millón de personas a nivel global, de acuerdo con los datos recopilados –hasta el cierre de esta edición–por la Universidad Johns Hokpins, de Baltimore, Estados Unidos.
En México, el personal médico reconoce que es en la capital del país donde se libra la mayor batalla, con un total de 6 mil 785 pruebas positivas (27% del total registrado en el país) y más de 500 fallecidos, según el último corte de la Secretaría de Salud.
Ante este panorama, los especialistas de la salud se han visto obligados a aislarse de su propia casa y familia. Han tomado la opción de alojarse en los hoteles que habilitó el gobierno de la CDMX para enfrentar la fase 3 de la pandemia en el país.
Algunos prefieren pernoctar en autos y departamentos que fueron prestados por familiares, pues no quieren contagiar a sus seres queridos. Se autoimpusieron una cuarentena mientras transcurre el mayor pico de contagios, esperado para esta semana.
A través de las decenas de fotografías que enviaron a Publimetro tras finalizar sus extenuantes jornadas de trabajo, estos médicos buscan concientizar a la ciudadanía para reforzar el llamado a quedarse en casa.
No quieren más agresiones a colegas como la ocurrida el pasado 1 de mayo en el Hospital de las Américas, en el municipio de Ecatepec, Estado de México, donde familiares irrumpieron en el nosocomio.
Y es que los brotes de contagios al interior de hospitales han evidenciado la carencia de insumos y materiales de protección para los trabajadores del sector de la salud que, en varios estados se han pronunciado en contra de las precarias condiciones en las que enfrentan la pandemia.