Brenda Chávez
1 ¿Por qué es tan popular la comida rápida?
—La comida chatarra es ultra-procesada e industrial. Puede tener la apariencia de la comida real, y ser vendida como tal, pero sus propiedades nutricionales son muy escasas y si se toma habitualmente, o en exceso, podría causar consecuencias para su salud. Todos los nutricionistas advierten: causa obesidad, enfermedades coronarias, diabetes y otras enfermedades. Contiene todo tipo de aditivos para hacerla más atractiva a la vista, al olfato, etc. y deforma el sentido del gusto porque hoy en día estamos acostumbrados
a sabores muy saturados.
Además, la cantidad de dinero gastada en marketing para venderlo no tiene precedentes. Algunas cadenas pueden ser muy atractivas con parques infantiles, o personajes como el payaso Ronald Mcdonald, y sus regalos para los niños del público... Por eso los jóvenes y los niños lo consumen, ya que no son conscientes del bajo valor nutritivo de sus alimentos y se sienten atraídos por la publicidad. En los Estados Unidos, Japón, China, y países en desarrollo como India, Brasil o México aún gana popularidad entre las clases medias.
2 ¿Puede la comida rápida ser saludable?
—En general, debemos evitar la comida chatarra y la comida rápida, todos los tipos de alimentos ultra-procesados (los que tienen más de cinco ingredientes, incluyendo azúcares, harinas o aceites vegetales refinados, aditivos y sal), y construir nuestro menú con comida real en su base. Si las etiquetas contienen ingredientes indescifrables que no encontraríamos en una cocina normal, como jarabe de maíz, dextrina, dextrosa, polidextrosa, etc., significa que fue procesada y es mejor no comprar tales productos.
3 ¿Y el impacto de las cadenas de comida rápida en el medio ambiente?
—Su objetivo son millones de consumidores. Su forma de producción intensiva e industrial contribuye a la deforestación, utilizan intensivamente los monocultivos para alimentar el ganado que utilizan, lo que también devasta la biodiversidad.
Y no se trata sólo de la ecología. A lo largo de la historia, hemos visto abusos laborales contra trabajadores, proveedores, franquicias, violaciones recurrentes de los derechos humanos, discriminación, incluso acoso
sexual. O colusión con regímenes totalitarios además de abusos fiscales (en Francia McDonald’s evadió impuestos, por ejemplo).
En 2014, miles de empleados de McDonald’s, Burger King, Wendy’s y KFC se declararon en huelga en 150 ciudades de los Estados Unidos y en otros 30 países exigiendo un aumento salarial (15 dólares por hora) y para poder sindicalizarse, recurrieron a Twitter bajo el hashtag #Fastfoodglobal. En 2016 exigieron lo mismo en Europa. Y las protestas salariales continúan hasta bien entrado el 2020.