Carmen Maura es una especie diferente
La musa de Pedro Almodóvar está muy poco interesada en la fama y la gloria. Lo que ella siempre ha querido hacer es jugar a que es actriz.
Hacía 17 años que Carmen Maura no trabajaba en México. La última vez que estuvo en el país fue en 1999, cuando filmó junto a Diego Luna y Ana Claudia Talancón una película llamada El cometa. Ahora, a sus 69 años, volvió para pasar dos meses en México, en Xochitepec, filmando Cuernavaca, y cuando la encontramos lo primero que nos dijo fue: “Tengo muchas ganas de irme a casa”. Casa para Carmen es Madrid. Ahí ha vivido toda su vida. Ahí fue que de niña montaba pequeñas obras de teatro junto a sus amigas y le cobraba una peseta a los adultos para entrar. Ahí fue que decidió ser actriz, aunque eso la llenó de problemas. Su familia le dio la espalda, su hermano aseguró que ser actriz era sinónimo de ser prostituta y su marido, con el que se casó a los 19 años, la dejó llevándose a sus hijos. Son cosas de las que Carmen Maura no habla mucho, simplemente lo expresa con frases: “En la vida personal me ha ido bastante mal, pero en lo profesional me ha parecido todo tan sencillo. Me siento muy agradecida”. Carmen jamás pensó que iba a ser actriz. Ella trabajaba en una galería de arte y fue hasta los 25 años que decidió meterse de lleno en la actuación. Aun así, nunca estudió; de hecho la idea de
ir a una escuela de actuación le causa muchísimo conflicto, ella siente que le “lavan el coco”. “Nunca he estado en una escuela de interpretación”, nos confiesa sentada en una jardinera en el set de Cuernavaca. “Pero se me ha dado bien de siempre y me divierte mucho hacerlo. Es prácticamente lo único que hago bien. Si me dan el castillo y la corona me creo que soy una reina a los dos minutos”. Como la española lo explica, para ella actuar es como jugar a los policías y ladrones cuando eres niño. Todo es pretender y divertirse. Curiosamente su primera gran oportunidad la consiguió pretendiendo no ser actriz. En 1981, Carmen fue elegida para conducir el programa Esta noche, en el que mediaba entre periodistas e invitados y de pronto entrevistaba a personajes de los que ella no tenía ni idea. La gente ni siquiera se imaginaba que todo lo que decía en el programa lo había memorizado de un guión. “En 24 horas me llegó una popularidad tan fuerte que estuve casi un par de meses llorando todas las noches”, relata sobre lo que fue para ella aparecer casi como una desconocida frente a 12 millones de personas todas las noches y de pronto volverse un éxito rotundo. “Me empezó a tratar diferente toda la gente, hasta mi madre. Fue un shock”.
Pedro Almodóvar es la segunda persona a la que le debe el éxito de su carrera. Cuando nadie creía que ella podía actuar, él le dio el protagónico en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? y posteriormente ganó el premio Goya gracias a Mujeres al borde de un ataque de nervios. La película que ella considera un antes y un después. En 1989, Almodóvar y ella cortaron lazos. Se dice que fue por celos, por peleas de egos y ella sostiene que fue “muy infeliz” actuando para el director manchego. Hoy, tantos años después, completamente relajada en el clima tropical de Xochitepec, no tiene más que buenas anécdotas que contar de Pedro Almodóvar y le reconoce haberla convertido en el éxito que es hoy día. Una mujer que ha filmado no sólo en México y España, también en Francia, Italia, Bélgica y Suiza. “Un día, rodando Volver, Pedro me dijo: ‘Es increíble que eres la misma actriz, la misma compañera, la misma
persona que cuando rodamos Pepi, Luci, Bom...’; para mí fue uno de los piropos más bonitos”, asegura. Carmen nunca ha sido como otras actrices. A ella no le interesa el reconocimiento, ella sólo quiere divertirse, y de hecho es literal cuando dice que lo peor que un director puede hacerle es aburrirla con palabras. Dice que le quita el chiste al juego.
Su coestrella en Cuernavaca, el mexicano Moisés Arizmendi, la describe así: “Yo creo que es una gran persona porque es absolutamente sencilla. Llega al set prepara, ensaya, propone y simplemente lo ejecuta”. A Carmen no le urge regresar a casa porque se la haya pasado mal en México, aunque confiesa que el DF la apabulla con tanta gente y tanto movimiento.
Quiere regresar a Madrid porque extraña a su gente y sabe que se tiene que poner a trabajar. Desde 2006 no ha vuelto a hacer nada con Pedro Almodóvar. Sus heridas todavía no terminan de sanar, pero eso no le ha impedido ser una de las actrices españolas más prolíficas, con casi 140 títulos en su haber. Y dos de ellos son mexicanos.