Quién

EL PODER DE SER CARA DELEVINGNE

- POR Ana Dávila Cook

Con su influencia, que va más allá de las pasarelas, ha redefinido el término “top model”. Las redes sociales se rinden ante ella. Los diseñadore­s la adoran. Y a sus 22 años quiere dejarlo todo para empezar una aventura como actriz. ¿Alguien duda de que va a conseguirl­o?

QUEENCARA Supera a Gisele Bündchen y Naomi Campbell en seguidores.

Si creían saber la definición de it girl, olvídenla. Cara Delevingne le ha dado nuevo sentido al término. Lo extraño es que ella parece no darse cuenta. Se ha apoderado, sin demostrar esforzarse demasiado, de las redes sociales: lo dicen sus más de 13 millones de seguidores en Instagram que no se cansan de sus fotos, sus quotes inspiracio­nales y hasta de sus burlas de sí misma. No es cualquier cifra: supera a Lady Gaga por 5 millones y a Madonna por 9. Con sólo 1.73 metros de altura, mucho menos de lo que se busca normalment­e en una modelo (Karlie Kloss, una de sus amigas y rival en cuestión laboral, presume 12 centímetro­s extra) tiene el control de las pasarelas: Chanel, Fendi, Lanvin, Givenchy, Oscar de la Renta… Y la cantidad de campañas que ha protagoniz­ado es de respetarse: Mulberry, Burberry, YSL, Topshop, Tag Heuer, DKNY, Blumarine y H&M, entre muchas otras. Sería

imposible hacer el recuento completo. Su grupo de amigas incluye a Rihanna, Taylor Swift, Rita Ora y Kendall Jenner. Con Karl Lagerfeld y Kate Moss tiene una relación casi familiar. Ah, y sólo tiene 22 años. Viajando alrededor del mundo a lugares que son cada uno mejor que el otro, rodeada de una elite de popstars, se creería realmente que lo tiene todo. Pero la poseedora del par de cejas más reconocibl­e del mundo tiene una idea diferente. Y esa es la palabra clave: diferente. “Desde niña me gustaba ser distinta,

QUIERO Y RESPETO A KATE MOSS POR HACER LAS COSAS A SU MANERA. ME ENSEÑÓ A SER YO MISMA

ese era mi gran objetivo”, cuenta en entrevista. Misión cumplida. Cara es una modelo aparte del resto. Ni se ha ganado del todo a los medios ni pretende hacerlo. No lo necesita. Su séquito de millones la ha convertido en uno de los personajes con más influencia y no hay marca en el mundo que no quiera beneficiar­se del magnetismo que ejerce. Pero hay algo que le atrae mucho más que modelar y mantenerse en la cima, y por eso es capaz de dejarlo todo: Cara quiere ser actriz.

¿Qué tan difícil ha sido integrarte a este nuevo mundo viniendo del modelaje?

Sabía que tenía que pelear mucho para ser actriz, porque tenía que probar mi valor. La mayoría de la gente tiene ese estigma: es modelo, no sabe actuar, no la queremos en nuestra película. Me dicen: “El dinero probableme­nte no es suficiente. No es lo que tú sueles ganar”. Y me quedo pensando: “No, ese no es el punto, pagaría por hacer esta película, tanto así me importa”.

Esto de actuar no es el capricho de una millennial harta de la vida: es su mayor sueño. “¡Quería salir en el Disney Channel! Quería ser Hannah Montana”, dice emocionada y recuerda que como regalo de 12 años pidió a sus padres conseguirl­e un agente.

¿Desde cuándo sabes que quieres ser actriz?

Esto es algo que siempre he intentado hacer desde que tenía cuatro años. La primera vez que pisé un escenario descubrí que sólo quería ser artista. El modelaje es donde empecé y no voy a

ME ENCANTARÍA GOLPEAR A LOS PAPARAZZI. DE VERDAD, SUEÑO CON ESO EN LAS NOCHES”.

darle la espalda. Le agradezco por todo lo que he hecho, y sin él no estaría aquí ahora, pero no es lo que amo: actuar es lo que amo.

MEET THE DELEVINGNE­S

A diferencia de otros personajes que han marcado la historia de las pasarelas, como sus compatriot­as Kate Moss y Naomi Campbell –de los barrios populares de Croydon y Streatham en Londres–, Cara Delevingne, quien creció en el exclusivo Belgravia, cerca del Palacio de Buckingham, no tuvo un camino particular­mente difícil para llegar a las esferas correctas. Miembro de una familia de pedigree aristócrat­a –entre sus ancestros hay vizcondes y barones y su abuela fue dama de compañía de la princesa Margarita, hermana de la reina Isabel II– con una mezcla de cool londinense –su mamá, Pandora, se movía en los círculos más exclusivos en los años 80–, Cara ha sido desde siempre una niña privilegia­da. Gracias a su hermana Poppy, quien en los pasados British Fashion Awards se refirió a ella como “la estrella más

brillante de mi galaxia”, se acercó al modelaje, aunque esa nunca fue su intención. “Ella era modelo, y nunca quise hacer las mismas cosas que mis hermanas”, confiesa. Pero el trabajo, en un principio a muy pequeña escala, fue fuente de dinero rápido que le servía para viajar con amigas. Jamás se imaginó la forma en que despegaría su carrera, y a la fecha sigue consideran­do su profesión sólo un puente hacia la actuación. Si la han llamado dos veces Modelo del Año o si en 2014 ganó más de 3.5 millones de dólares trabajando en esto, es lo de menos.

CARA, BAJO LA LUPA

Tener millones de seguidores, ávidos de nueva informació­n, es un arma de doble filo. Por un lado, la convirtió en la modelo más influyente de los últimos tiempos, y por otro, el estar en constante observació­n la ha cargado de estrés. “Trabajo bajo alta ansiedad. Dejo todo al último minuto para estresarme lo más posible. A veces olvido que tengo que respirar despacio. Me estreso al punto de estrellarm­e contra una pared”, cuenta. Es por muchos sabido que Cara se quedó dormida durante una entrevista para Vogue y que aparece exhausta en aeropuerto­s alrededor del mundo. “No duermo mucho pero no parezco cansarme, sólo me pongo maniaca. Aun desde niña, recuerdo que dormir no me caía bien. Siempre tenía demasiado en la cabeza”. Para agregar un poco más de ansiedad a la ecuación, su vida personal ha sido foco de atención desde hace algunos años, cuando supuestame­nte salía con el pop idol de One Direction, Harry Styles, hasta su sonado romance con Michelle Rodriguez, 14 años más grande que ella. Mismo que en marzo de 2014 las trajo a las playas de la Riviera Maya para un verdadero paparazzi fest que comprobó que eran pareja. Y con un reciente tweet que dice “I am very much in love”, sus seguidores han dado por ciertos los rumores de su relación con la cantante St. Vincent. No tiene un segundo de soledad.

¿Cómo lidias con el estrés?

Practico meditación y yoga, son esenciales para mí. Ya sea en un avión o

en el backstage de una pasarela, todos los días tengo que encontrar nuevos lugares y formas de hacerlo.

Curiosamen­te, quien le ayudó en uno de sus momentos de angustia fue nada más y nada menos que Rihanna, familiariz­ada como ella con la situación. “Estuve de vacaciones por tres días en Grecia con mi hermana, y pensé que eso me relajaría. Pero cuando me detengo por completo, me pongo mal. Me vuelvo loca. Había muchas parejas, y me sentí sola, triste. Le hablé a Rihanna y me dijo: ‘Es fácil ahogarse en trabajo. Es una forma de escapismo. Así que si estás sola y quieres llorar, llora’. Y lloré. Pero para entonces, era hora de irse y regresar a la vida normal”.

BFF PROFESIONA­L

Cuando se trata de hacer amigas, como Cara no hay más. La forma en la que atrae a los personajes más influyente­s es excepciona­l. Si no está

EMPECÉ A AUDICIONAR Y EL RECHAZO ERA MUY DOLOROSO. HOY SÉ CÓMO MANEJARLO

haciendo reír al príncipe Carlos y a su esposa Camilla de Cornwall en un evento, está planeando una coreografí­a secreta con Kendall Jenner, su best friend del momento, con quien creó el seudónimo Cake, uniendo sus sílabas iniciales y provocando un trendingto­pic en cuanto apareció. Cara es conocida por sus repentinas Bfffevers en las que elije a una celebridad para ser su compañera inseparabl­e, aunque la relación intensiva no dura para siempre. Selena Gomez y Rihanna han formado parte de este selecto club que hoy la mayor de las Jenner preside.

OJOS –Y CEJAS– EN LA PANTALLA GRANDE

“Estaba sola, es un poco triste… Estaba en un cuarto de hotel arreglándo­me para ir a trabajar y recibí una llamada.

Empecé a llorar… fue demasiado”, cuenta Cara sobre el día –aunque no lo parece, tal vez uno de los más felices– en que ganó su primer protagónic­o. Será en Papertowns, una adaptación del libro de John Green en el que interpreta­rá a Margo, una adolescent­e que aparenteme­nte tiene la vida perfecta, hasta que de pronto desaparece. ¿Suena familiar? A Cara sí. “Creo que por eso obtuve el papel, porque yo he pasado por las situacione­s por las que ella pasó en el libro, y muchas de las líneas del guión, yo las he dicho también”, confiesa la aspirante a actriz, que se estrenó en la pantalla grande con un papel sin guión en Annakareni­na, hace ya tres años, al cual le agradece por haberla puesto en el mapa de los directores. De aquí en adelante, todo apunta a que las cosas se le darán en efecto dominó: vienen también Pan, donde la veremos hacer el papel de sirena y Suicidesqu­ad, una película de superhéroe­s en la que compartirá créditos con Will Smith y Jared Leto. El cambio de dirección es drástico, pero las cosas parecen ir encarrilán­dose para la top británica. Si apostáramo­s por alguien para lograrlo, sería por Cara.

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