PRODIGIO DEL PIANO
La mexicana Daniela Liebman tiene el don para tocar el piano, pero fue su disciplina la que la hizo una estelar del Palacio de Bellas Artes. Con sólo 15 años, viaja por el mundo para demostrar que la música clásica es también de los jóvenes.
Instrumentos por juguetes
Daniela viene de una familia musical y, aunque su padre le inculcó el gusto por el violín, siguió la pasión de su abuelo por el piano.
Sacrificio inexistente
Su vida dista de ser cotidiana, pues desde los cinco años divide sus días entre la escuela y los ensayos; sin embargo, esto es algo positivo porque le permite hacer lo que más ama.
Debut estrella
En 2013, con sólo 11 años, se estrenó ante el público en la importante sala de conciertos neoyorquina Carnegie Hall. Un año después regresó a la CDMX para tocar en Bellas Artes.
Aclamada por el gremio
Ha tocado con la Filarmónica de Jalisco, la Sinfónica de Ontario y Ciudad de México, además de la Orquesta Sinfónica Nacional de Perú y la Sinfónica Nacional colombiana.
Un lenguaje sin idioma
Liebman no encuentra mejor forma de comunicarse que a través de las melodías, de hecho, asegura que ése es su secreto para lograr una mayor conexión con el público.
Democratizar el género
Lanzó en junio, en digital, su primer álbum homónimo (compuesto por versiones de clásicos) para llevar el género a los jóvenes.
“La música me da un propósito para levantarme en las mañanas” – DANIELA LIEBMAN