HISTORIA DE LA MODA
Llamado así por las vigas de hierro que sostenían la estructura de su primer almacén en el Centro Histórico, fue como nació la primera tienda departamental de México.
Conoce la historia de la tienda departamental más elegante de México.
La experiencia de ir de compras no sería la misma sin El Palacio de Hierro. Un reflejo de modernidad y visión global se asentó a finales del siglo XIX para satisfacer la pasión y el gusto por la moda en una de las ciudades, en ese entonces, en vías de desarrollo.
México, un intrigante lugar para los extranjeros, abría sus puertas al mundo para dotarlo de nuevas culturas y tradiciones que a la fecha nos han formado. Así fue cuando los hermanos Tron y Joseph Léautaud, dirigentes de comercios pequeños alrededor del Zócalo capitalino, decidieron emprender un nuevo curso en la historia de la moda mexicana al crear la primera tienda departamental del país. En junio de 1891, el edificio construido con grandes vigas de hierro importado de Francia presumía ser el más alto de la ciudad y el más vanguardista gracias a sus aparadores que preceden al empresario Selfridges en Londres y los cinco pisos que abastecían artículos de lujo, ropa femenina, masculina, muebles, tapicería, etc.
En 1901, se inauguró un nuevo edificio abierto al público, el mismo que hoy conocemos al pasear por la avenida 20 de noviembre. Después de un gran incendio en 1921, la tienda resurgió como ave fénix resaltando por su arquitectura estilo art nouveau y pronto se convirtió en el referente de la moda nacional.
DE PARÍS PARA EL MUNDO
En la década de los 50, El Palacio de Hierro era la única tienda con elevadores, pionera en ofrecer tarjetas de crédito (incluso
antes de que los bancos las instituyeran) y la primera en incluir un atelier donde trabajó hasta su muerte la icónica Marguerite Rostan. Sabiendo que París es la cuna de la moda, llegó madame Rostan, una couturier que influyó de manera significativa en la alta costura mexicana a través de sus creaciones y el constante intercambio entre grandes diseñadores como Christian Dior, de quien obtuvo una licencia para duplicar sus patrones y etiquetarlos con su nombre en el país.
Amiga de Frida Kahlo, Siqueiros y Diego Rivera, formó la colección más grande de textiles mexicanos que actualmente pertenece al Museo Franz Mayer. Hizo los vestidos de novia para las mujeres más importantes de México, como María Félix, a quien asesoró en el vestuario de su primera película El peñón de la ánimas, y recibió visitas internacionales como el Sha de Irán o el Aga Khan.
En la actualidad, la tienda la recuerda como una joya invaluable que ayudó a escribir la historia de este icónico almacén.
EN 1963, RAÚL Y ALBERTO BAILLÈRES ADQUIRIERON LA NUEVA DIRECCIÓN DE LA TIENDA, QUIENES EN 1996 ACUÑARON LA FRASE “SOY TOTALMENTE PALACIO”. HOY EN DÍA CUENTAN CON 13 TIENDAS DE GRAN FORMATO EN EL PAÍS COMO DESTINOS OBLIGADOS PARA LOS AMANTES DEL LUJO, LA MODA Y EL BUEN GUSTO.