Feministas
Muchos de los hombres de nuestras vidas son feministas y ¡no lo saben! Al vivir y actuar pensando en igualdad lo son. Esta columna va para ellos.
Annie Barrios dedica su columna a los hombres que viven en la igualdad con la mujer y comparten un camino de respeto admiración y cariño.
Claro, estamos en pleno siglo XXI y la equidad de género no está donde quisiéramos, pero los avances han sido estratosféricos de como era la cosa hace tan sólo unas décadas. ¿Imaginan estar viendo asuntos de elecciones ¡sin-poder-votar!? Suena inaudito, pero a nuestras abuelas les tocó ser de las primeras en asistir a las urnas –nerviosas y entusiasmadas– y para nosotras es lo normal. Y es un ejemplo muy sencillito.
Desde Oprah y Emma Watson, hasta Lena Dunham y Malala, hay una emocionante lista de mujeres que hoy usan sus micrófonos para luchar por la equidad. Muchas más son las que, de manera anónima, han peleado por nuestros derechos y lo seguirán haciendo. En casa cuando dicen “ya basta”, o en la oficina con un “así no”. Todas merecen gratitud por no callarse, no rendirse y buscar hacer, desde su trinchera, un mundo más justo.
No han estado solas. Los aliados que también han visto absurda e injusta la diferencia entre los sexos han sido clave para los logros que podemos festejar hoy como sociedad. Hombres como Justin Trudeau que considera ser feminista y abogar por la igualdad de género, “algo tan normal como decir que el cielo es azul”. O Bradley Cooper, quien prometió comentar con sus compañeras el salario que recibirá por película, para darles un punto de partida en su propia negociación evitando la brecha de género. Barack Obama, el príncipe Harry, el Dalai Lama… Yo los llamo: fe-men-istas.
Son muchos más los cómplices en el día a día. Porque #sorrynotsorry pero TODOS saben lo increíbles que somos las mujeres. Estas líneas van para aquellos que lo saben y lo celebran sin sentirse amenazados por nuestra grandeza.
El de la oficina que atribuye y aplaude las súper ideas de su compañera, y por las que consiguieron la campaña. El papá que cambia pañales, anonadado del instinto con el que la mamá los cambia, pero lo hace él también porque el hijito es de los dos.
El que defiende a una mujer a la que le faltan al respeto –como sea– y el amigo que pone en su lugar al compadre machista, sólo con su buen ejemplo.
Aquel esposo orgulloso del éxito de su pareja, se apoyan porque son un equipo.
El papá que le dio capa de superhéroe a su hija desde chica y no le planteó límites por “ser niña” y así todos aquellos que, con su granito de arena, han contribuido a que hoy las mujeres vivamos al máximo.
¡Son listos, eh! Ahora tienen hijas más exitosas, esposas más plenas, compañeras fregonas y jefas estupendas. Así como habrá también esposos plenos hijos exitosos, compañeros fregones y jefes estupendos. Porque esto no es un: “Comper, que ahí les vamos”, no es un “ustedes o nosotros”. Esto que lleva décadas cocinándose es un: “Hay espacio para todos” gocemos ser complemento, independientemente de preferencias sexuales, situaciones económicas y de los colores favoritos. Así que hombres cool ¡les aplaudo! ¡Qué gusto es compartir el camino con ustedes!
¡Vivan los hombres inteligentes que no se sienten amenazados por nuestra grandeza!