Quién

BOSCO SODI

En un espacio de la Ciudad de México, en el que resguarda parte de su obra, el artista comparte detalles de su reciente exposición en la que explora en las dicotomias.

- Por Jonathan Saldaña / Fotos César Sandoval

Nos encontramo­s con el artista en su estudio para platicar sobre su proceso creativo, su reciente obra en la que explora el tema de los opuestos y el proyecto que lo ha llevado de regreso a sus orígenes en Barcelona. Descubre más en la

La galería Hilario Galguera de la Ciudad de México recibe Las tinieblas sobre la faz de la tierra, la reciente exhibición de Bosco Sodi en la que explora la idea de los opuestos a través de 15 obras entre escultura y pintura. Con este motivo nos encontramo­s con el artista mexicano para conversar sobre su proceso creativo y los elementos que detonaron esta muestra.

Este creador de 48 años, nos cuenta que trabajó durante un año en este proyecto donde el detonante fue la muerte de su abuela Mima, una de las personas importante­s en su vida. A partir de esta pérdida, reflexionó sobre la vida y la muerte. “Siendo muy positivo, estoy en la mitad de mi vida. Tengo tres hijos. Los veo crecer. Pasa rápido el tiempo. Empecé a pensar mucho en las dualidades con las que, muy silenciosa­mente, todos los seres humanos luchamos, hemos luchado y lucharemos toda la vida.”

El bien y el mal, la luz y la oscuridad, el alma y el cuerpo, la vejez y la juventud. Bosco quiso plasmar esta cavilación en una serie de cuadros que pudieran reflejar estas dicotomías.

La suya es una obra construida con las manos. “Soy muy físico, no me gusta usar pinceles.” Con este sello como caracterís­tica fundamenta­l de su obra, comenzó a experiment­ar con los colores. Las primeras pruebas, recuerda, fueron “un batidillo”, una serie de desastres en escala de grises que fueron destruidos pues él buscaba una separación clara y contundent­e entre el blanco y el negro. “Quería que fueran muy sutiles, muy elegantes y muy de contrastes. Que se sintiera esta lucha, viendo cuál está tratando de ganar al otro.”

El planteamie­nto que la ciencia hace para describir a la materia y la energía cobra nuevos significad­os entre las manos de Bosco. Aserrín, arcilla, barro, rocas; todas ellas se convierten en el motivo de expresión.

“Empecé a pensar mucho en las dualidades con las que, muy silenciosa­mente, todos los seres humanos luchamos, hemos luchado y lucharemos toda la vida.”

UN HOMENAJE EN PROCESO

La galerie Eigen+art de Berlín, exhibe la primera fase de esta exploració­n de Sodi en los opuestos, la segunda se encuentra en la galería Blain Southern de Londres. Su show en el sitio de Hilario Galguera es un tercer paso.

Su plan es darle continuida­d a esta idea de los contrarios, a partir de una serie de cuadros dejoan Miró para lo cual viajó a Barcelona donde le han permitido entrar al museo dedicado a este importante artista barcelonés antes de abrir las puertas al público para sentarse frente a ellas y contemplar esas obras que le han fascinado desde siempre: tres cuadros totalmente blancos con solo una línea negra.

Después de esta experienci­a regresó a la casa que tiene a las afueras de Nueva York, se dedicó a recoger ramas que la pasada tormenta de -30ºc arrebató de los árboles, para comenzar a explorar líneas y trazos con la variedad de curvaturas.

Esta fase de su proyecto será un homenaje a España, particular­mente a Barcelona donde vivió y su carrera tomó rumbo gracias al influjo de creadores como el propio Miró o Antoni Tapiès. El resultado estará listo para la muestra que tiene planeada para 2020 en Nueva York, ciudad en la que radica.

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La de Bosco Sodi es una obra construida con las manos. “Soy muy físico, no me gusta usar pinceles,”

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