Regina Blandón
La actriz encontró en su carrera la mejor terapia para superar su ruptura con el comediante Roberto Flores.
Definitivamente 2017 fue un año difícil a nivel personal para Regina Blandón, pues marcó el fin de su matrimonio con el comediante Roberto Flores después de poco más de un año de casados.
Sin embargo, a nivel profesional las cosas fueron muy distintas para la actriz, quien tuvo mucho trabajo, y justo ésa fue la clave para sanar las heridas y reencontrarse a sí misma.
“Haces lo que te haga sentir bien”, dice de manera escueta sobre este tema del cual prefiere no ahondar por respeto a Roberto y al amor que aún se tienen a pesar de ya no ser pareja. “Estoy tranquila”, agrega, y se le nota en la voz y en la actitud que tiene durante nuestra sesión de fotos. Es más, Regina se ve feliz, pues su último proyecto cinematográfico, Mirreyes contra Godínez fue un éxito a nivel nacional (recaudó más de 152 millones de pesos en taquilla) y cuando hicimos la entrevista estaba por estrenar otra comedia romántica, Como novio de pueblo, que auguraba un resultado parecido.
RISAS Y MÁS RISAS
Hacer dos comedias seguidas es algo muy normal para Regina, quien se siente como pez en el agua en este género en particular. Después de todo, fue el personaje Bibi del sitcom La familia P.luche el que la lanzó a la fama. “La comedia tiene cadencia, timing, y hacerla desde muy chiquita me ayudó a que lo aprendiera sin darme cuenta. Hagas comedia o drama, lo importante es que sea algo verdadero para ti. Si no está cercano a tu corazón, no transmites nada y el público no lo recibe”.
Tener un padre actor (Roberto Blandón) influyó definitivamente en el futuro de Regina, quien recuerda que desde muy niña ella y su hermano Roberto pasaban todos los domingos en el teatro: era inevitable que alguno de los dos siguiera los pasos del papá, aunque éste se opusiera, así que al ver que su hija iba en serio, no le quedó de otra más que doblar las manos y advertirle. “Desde los nueve años mi papá me dijo: ‘Esto es un trabajo, no un juego, y nada de que no quiero ir al teatro hoy, porque debes tener disciplina’ ”.
Ahora, su papá, junto con su mamá, es su gran fan, pero también uno de sus críticos más fuertes. “No vayan al teatro a verme cuando esté mi papá porque va a ser mi peor función. Mi mamá me dice: ‘Eres la mejor actriz del mundo’ y mi papá me comenta: “Es que en esta escena usaste un tono que no’. Es súper estricto, pero está bien, se agradece alguien que te meta en cintura”.