Elisa Carrillo en su mejor momento
Prima ballerina del Staatsballett de Berlín, promotora y madre... Elisa vive un gran momento al convertirse en la primera mexicana en recibir la distinción Alma de la Danza entregado por Rusia.
Muchos años atrás, antes de convertirse en la prima ballerina del Ballet Estatal de Berlín y una de las figuras más destacadas en esta disciplina a nivel mundial, una joven aspirante a bailarina de nombre Elisa Carrillo veía todos los videos del Bolshoi y del teatro Mariinsky, las dos grandes compañías de danza en Rusia. Apreciar en esas cintas el trabajo de los astros de esa nación fue como se tendieron los primeros lazos entre ella y la cultura del país más extenso del mundo, el cual la reconoce con su distinción más importante para el arte coreográfico: Alma de la Danza.
Nos enlazamos vía telefónica con Elisa hasta Berlín, la ciudad en la que reside desde hace ya doce años, para conversar sobre sus impresiones al convertirse en la primera mexicana en obtener este premio y del momento por el que atraviesa su carrera, uno definido por la propia bailarina como de “madurez y realización”.
A través de una carta, a Carrillo se le notificó que era acreedora a este premio creado en 1994 por el Ministerio de Cultura de la Federación Rusa y por los editores de la prestigiosa revista Ballet, y que en raras ocasiones es entregado a personas de otra nacionalidad. En el documento firmado por Valeria Uralskaya, editora en jefe de la publicación, dijo que su labor de promoción del patrimonio clásico en el mundo es la razón fundamental por la cual fue seleccionada.
Si bien asegura que trata de no pensar en los aspectos difíciles y sólo se concentra en los positivos de su trayectoria, es en estos momentos de distinción en los que saborea todos sus esfuerzos. “A veces no me doy cuenta de que llevo toda la vida aquí, dedicada a la danza, que se volvió mi vida”.
EL MEJOR MOMENTO
La bailarina de 38 años de edad asegura sentirse realizada y tener mayor control, no sólo de su cuerpo, sino también de las decisiones vinculadas a los roles que desea interpretar, a las coreografías que prefiere ejecutar y los proyectos en los que quiere involucrarse. “Ya soy madre y eso ha cambiado toda la manera en que siento, en cómo veo la vida; creo que estoy pasando por la etapa más bella”.
La vida de Elisa Carrillo se divide entre los escenarios más importantes del mundo, el cuidado de su familia y estar al frente de la fundación que preside. Asegura tener un orden particular que le permite dedicarle tiempo de calidad a su hija y entregarse a la danza. Nos cuenta esto mientras al otro lado del teléfono se escucha una voz infantil que la reclama.
También diseña la próxima edición del festival Danzatlán, que se llevará a cabo el verano próximo en la Ciudad de México y que reunirá a diversas personalidades del mundo de la danza. Ella tiene un lugar entre ellos, un reconocimiento que se traduce en una transformación de la palabra ballet en México. “Cada vez hay más gente que acude a espectáculos, cada vez hay más niños que van a tomar clases. Creo que todo lo que hemos hecho en los últimos años ha ayudado a que la gente tenga otro punto de vista y que vean que también es una manera de vivir la vida y de disfrutarla”.
Ahora enfrenta un nuevo reto: ser la codirectora artística de la Compañía Nacional de Danza a distancia, una de las agrupaciones culturales más importantes de México que ha tenido problemas constantes por la falta de un proyecto a largo plazo. Elisa Carrillo recibirá el premio Alma de la Danza el próximo 30 de abril en el Teatro Musical Académico de Moscú Stanislavski y Nemirovich-danchenko, en el marco del Día Internacional de la Danza.
“A veces no me doy cuenta de que llevo toda la vida aquí, dedicada ala danza, que se volvió mi vida.” - Elisa Carrillo / Bailarina