TORRUCO DE CERCA
ALIADO DEL PEJE Y CONSUEGRO DE SLIM
Lleva 48 años de su vida en el sector turístico y, aunque ya debería estar jubilado –como él mismo señala– quiere seguir trabajando para dejar a sus cinco nietos “un país mejor”. De visita en Madrid nos habla de su cargo en la Secretaría de Turismo y de cómo compagina el trabajo con su familia.
Al actual Secretario de Turismo le unen 30 años de amistad con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Una absoluta devoción que se convirtió en hechos cuando lo invitó a sumarse a su campaña, tanto en 2012 como en 2018. Torruco siempre estuvo ahí para su amigo y, tras ganar la elección, ahora ostenta el cargo con el que siempre soñó: la Secretaría de Turismo.
Con grandes amistades y relaciones en el mundo empresarial del país –emparentado con la familia Slim, con los O’FArrill y muy cercano a la familia Alemán–, señala que a veces es mejor no hablar “ni de política ni de religión para llevar siempre la fiesta en paz”.
Precisamente su nueva responsabilidad lo llevó hasta Madrid, a la Feria Internacional del Turismo, en donde participó nuestro país. Después de presentar el proyecto del Tren Maya en uno de los impresionantes salones del Palacio de Linares, en pleno centro de la capital de España, nos habló de su nuevo cargo y de cómo compagina su trabajo con atender a su familia. Eso sí, bajo la atenta mirada de su esposa Gloria Garza, quién lo acompañó en este viaje.
¿Cómo fue su llegada a la Sectur? ¿Encontró la casa con muebles?
Encontré una oficina muy confortable y que había que abocarse a decorar para darle el estilo de un servidor… y ahí metió la mano mi esposa.
¿Fue una buena transición con Enrique de la Madrid, el anterior secretario?
Tengo muy buena relación con él. En el pasado tuve el honor de coordinar el área de turismo de la campaña de don Miguel de la Madrid y me tocó integrar el Plan Nacional de Turismo de 1982 a 1988.
¿Qué opina su familia sobre su nueva responsabilidad?
Siempre me ha apoyado mi esposa Gloria y mis hijos María Elena, Gloria y Miguel. El otro día que comimos cerca de la Secretaría de Turismo, pasamos por el edificio, y mis hijas María Elena y Gloria dijeron: “¡Mira, papá! Cuando éramos muy pequeñas tú siempre decías: ‘¿Ven ese edificio? Pues en el octavo piso serán mis oficinas’ ”. Eso demuestra que el poder está en la mente y, sobre todo, cuando se busca un objetivo de forma positiva para hacer el bien, la compensación de la causa y el efecto lo premian a uno.
¿Que le une al presidente? ¿Desde cuándo son amigos?
En 1989 le hablé por teléfono a su casa cuando hizo una protesta para defender a los ejidatarios de un municipio de Tabasco y el motivo de mi llamada fue para decirle que lo admiraba y que el país requería líderes como él.
“Carlos Slim es un buen hombre, cada vez que nos vemos hablamos de nuestros nietos, nunca de política ni de religión” -Miguel Torruco
¿Por eso dejó a Mancera antes de acabar su mandato para apoyarlo en su campaña?
Desde que me invitó a formar parte de su gabinete en el año 2012 estuvimos trabajando alternativamente en la campaña antes de llegar al poder.
¿Qué opina sobre los calificativos de moda en México: “fifis” y “chairos”? ¿Se considera uno u otro?
Eso es un asunto de redes sociales, pero no de asuntos internos, del futuro de México. Yo me considero un mexicano apasionado de mi país que está trabajando para darle un legado de honor y de orgullo a mis nietos.
Un día anda en Nayarit, otro en Palacio Nacional y ahora en Madrid… ¿hay que hacer sacrificios?
Claro que sí, porque de hecho yo ya estoy jubilado, ya me podría retirar, pero no es el México que soñé para mis nietos, por eso estoy en la batalla, por eso estuve en la oposición y ahora en el gobierno al lado de Andrés Manuel.
Por lo menos aquí en Madrid está acompañado de su esposa…
En esta ocasión me acompaña mi cónyuge, Gloria, y que quede claro que yo pago todos sus gastos. Además vino con puntos. Hay que recordar que he sido empresario toda mi vida.
¿No le impresiona estar emparentado con la familia más rica de México?
No. Carlos Slim es un buen hombre, nos estimamos mucho y cada vez que nos vemos hablamos de nuestros nietos, de nuestros hijos y nunca hablamos ni de política ni de religión para llevar siempre la fiesta en paz.
Le une una amistad con Miguel Alemán y su familia, también muy ligados al turismo y la promoción de México, ¿los colores políticos quedan al margen?
La unidad entre la familia Alemán y Torruco data ya de cinco generaciones. Desde los abuelos, el expresidente con mi papá y conmigo... él fue mi guía y me apoyó mucho en mi carrera profesional. Pero también Miguel Alemán Velasco y sus hermanos, Jorge y Beatriz, todos incursionamos en la Escuela Panamericana de Turismo. Miguel Alemán Magnani, que para mí es Miguelito, es ahora jefe de mi hijo. Al hijo de Miguelito ahora también lo seguiremos apoyando como se comprometieron los abuelos.
¿Cuál fue la mejor enseñanza que le aportaron sus padres, quienes fueron actores?
Mi padre murió cuando yo tenía cuatro años, entonces mi mamá la hizo de padre y madre y me enseñó que la rectitud, la lealtad y la honestidad conducirían al éxito.
¿Qué tal lo trata Madrid?
Madrid es una gran ciudad en la que he tenido muchos vínculos a lo largo de mi historia profesional y que he tenido la oportunidad de visitar varias veces
Ha venido a la Feria Internacional de Turismo y acaba de presentar el proyecto del Tren Maya. ¿Ha gustado la idea?
Los empresarios españoles están muy interesados. Serán 1,500 km del primer circuito integral regionalmente planeado. Será un tren confortable, rápido y con todas las comodidades para los turistas.
A usted, en lo personal, ¿le parece viable?
Es retornar a un sistema que hoy en día reclaman los turistas a nivel internacional y los mexicanos. El ferrocarril no ha pasado de moda y es el inicio del modelo que las nuevas generaciones pueden seguir ampliando. Tengo 48 años en el sector turístico y representa una gran oportunidad de dejar un legado a las próximas generaciones.
¿Qué es lo mejor que México puede ofrecer?
Cultura, tradición, gastronomía y los mejores paisajes y playas que puedan existir. Somos el único país que tiene un propio mar, el mar de Cortés, que Jacques Cousteau decía que era el acuario del mundo.
¿Adónde iría usted como turista en México?
A San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y además haría un tour a las Cascadas de Agua Azul y a las Lagunas de Montebello. Me internaría en la selva para ver las espléndidas ruinas de Yaxchilán y Bonampak y estar en una cabaña rústica ecoturística acompañado de mis amigos los lacandones en el lago más maravilloso que tiene el país, que se llama Na Há o en Lacanjá, que es algo indescriptible.
Ahora que anda por Madrid, ¿qué le gusta más de la capital de España?
La gastronomía y su gran arquitectura, que es impresionante; me gustan los museos, el del Prado, el Palacio Real, también la Plaza Mayor, que tiene su encanto con las tascas…
¿Comería por esa zona?
Luis Candelas o Botín siempre serán paso obligado cuando estás en Madrid.
¿Y después?
En la noche, ya entrado en gastos, hay que pasar a la chocolatería más antigua, San Ginés, que es donde se constata lo que decían los abuelos: “las cuentas claras y el chocolate espeso”. Ahí es donde realmente se toma el chocolate espeso con unos buenos churros.